Michael Laitman, en Quora: “¿Qué te desagrada?”
El desagrado surge cuando hay discrepancia entre uno mismo y lo que está fuera y cuando existe antagonismo con ese “alguien” o “algo” fuera de uno mismo.
En otras palabras, el desagrado es una sensación que aparece cuando sentimos que lo que está fuera no nos pertenece.
Y odiamos y nos distanciamos de esa persona o fenómeno.
Sin embargo, cuando sentimos alguien o algo como perteneciente a nosotros, sentimos lo opuesto, lo amamos.
Por lo tanto, sucede que podemos sentir desagrado hacia muchas personas y fenómenos, y sentirnos plenos dentro de nosotros mismos, pero esto es simplemente resultado natural de nuestra naturaleza humana egoísta, que coloca un filtro egoísta sobre nuestra visión y nos hace ver, sólo lo que es para mi beneficio.
Si sintiéramos la profundidad que nuestra naturaleza es completamente egoísta, que busca beneficio a expensas de otros y de la naturaleza y que constantemente nos hace sentir defectos en personas y cosas a nuestro alrededor y no en nosotros mismos, sentiríamos esta naturaleza egoísta como lo más desagradable y que necesita corrección.
Esa revelación, sin embargo, requiere de una guía previa para alcanzar su forma opuesta de amor.
En otras palabras, si formamos una sociedad con la meta de establecer lazos de responsabilidad mutua, consideración y en última instancia, amor entre todos, con el objetivo de ver a otros miembros de la sociedad como nuestra propia familia y organizar nuestros medios, sociedad y programas educativos para desarrollar esa conexión, tendremos una visión más sabia de lo que debe desagradarnos más: la naturaleza egoísta que reside en todos y cada uno de nosotros, que constantemente opera en dirección opuesta del amar a otros y es la causa de todo nuestro sufrimiento.
Apreciar los valores de responsabilidad mutua, consideración y amor por encima de los muchos valores de beneficio propio como riqueza, fama y poder, nos dejaría progresar para volvernos más amorosos, considerados y positivamente conectados, llegando a tener desagrado de nuestras motivaciones egoístas que actúan para dividirnos.
Por lo tanto, es natural sentir desagrado de otras personas y fenómenos en el mundo que aparentan ser negativos para nosotros de muchas maneras. Pero si intentamos amarnos y construir un entorno de apoyo que nos guía al amor mutuo, descubriremos una forma más positiva de desagrado: el desagrado en nuestra cualidad egoísta que nos encierra fuera del amor que nos rodea.
Es una forma más positiva porque sirve para hacer que queramos cambiarnos a nosotros mismos para volvernos más amorosos y considerados, es necesario para tener mejores conexiones sociales y al hacerlo, tendremos una vida mucho más feliz, segura y más armoniosa.
Foto por José Martín Ramírez Carrasco
