Pregunta
Cuando usted describe el campo que percibimos como partículas opuestas, ¿Conecta mentalmente estas partículas cambiando el sistema de percepción?
Respuesta:
A veces también uso esta analogía. Pero en general, este campo es un sistema en el que todo está conectado. Es solo que sus elementos no están incluidos correctamente en el sistema. O se incluyen al revés y ralentizan todo, o se incluyen de forma deficiente e ineficaz.
Por tanto, me preocupa lanzar el sistema de forma más explícita para que pueda empezar a funcionar por sí solo,pero eso es un problema; sin embargo, una y otra vez, esto sucede gradualmente.
En principio, es un esquema enorme en el que todas las partes están juntas en una unidad común e inmutable. Este panorama no cambia ya que existe una conexión rígida entre ellos. Todo depende de cómo se incluyan unos en otros como elementos buenos o nocivos.
En su inclusión mutua, crean un sistema que gradualmente los acerca a quien lo creó, al Creador, es decir, a la fuerza superior, la mente superior. Así, gradualmente, haciéndote amable de forma consciente (“amar a tu prójimo como a ti mismo” es nuestro principal objetivo), te pones en orden, comprendes en qué mundo existes y en qué conexión con los demás.
Cuando aprenda, vea y comience a mejorar este esquema y su funcionamiento, en primer lugar, comenzará a sentirse cómodo. En segundo lugar, te separarás de tu cuerpo, que actualmente se te impone como una visión inexistente y te sentirás claramente en un estado de inclusión con todos los demás.
Este sentimiento suprimirá todas las sensaciones terrenales. Solo verás este sistema a tu alrededor: cómo todos están interconectados, cómo trabajan en la conexión, pero funcionan mal y es por eso que nuestro mundo es como lo percibimos. Entonces verás cómo se incluye y entra en este sistema, se pierde en él, como si desapareciera, se disolviera.
Y lo más importante es que dentro del sistema, cuando comienza a funcionar en armonía, sentimos la fuerza superior, la que creó este campo. Ésta es la fuerza de la bondad, el otorgamiento, la unidad mutua y el amor. Al sentirlo, nos volvemos como Él, eternos y perfectos.
Luego hay enormes grados de nuestro desarrollo: una unidad cada vez mayor hasta unirse en un solo todo. Al mismo tiempo, se produce el logro y la plenitud, que es lo que internamente deseamos para nosotros mismos.
Todos nuestros deseos terrenales no son ni siquiera el primer grado de lo que recibimos cuando avanzamos hacia la unidad, porque obtenemos gran alegría, plenitud, eternidad, perfección, ¡todo! podemos hacer esto ahora. Descubriendo esta buena conexión entre nosotros.
