En las noticias (de Dawn): «La farmacéutica india del magnate de Yusuf Hamied, revolucionó el tratamiento del SIDA más de una década atrás, suministrando medicamentos a precios reducidos para los pobres del mundo, y ahora quiere hacer lo mismo para el cáncer.
«Hamied, de 76 años, fue puesto en la picota por los gigantes occidentales de drogas hace 11 años cuando rompió monopolio al ofrecer el suministro de cócteles de medicamentos para salvar vidas de la terapia triple contra el SIDA, por menos a $ 1 al día, una trigésima parte del precio de las multinacionales».
«Las empresas lo tildaron de ladrón de la propiedad intelectual, mientras que él las acusó de ser ‘asesinos seriales’ globales, cuyos altos precios costaban la vida de los pacientes con SIDA».
«En 1972, la India hizo patentable sólo el proceso para la fabricación de fármacos, no las propias drogas. Esto significó que las firmas podrían ‘revertir la ingeniería’ o cambiar los métodos utilizados para fabricar medicamentos y venderlos hasta en un quinto de los precios de Estados Unidos. …»
«Pero en el 2005, la India alineó su legislación con las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que reconoce patentes de 20 años, presionando al alza los precios de los medicamentos recientemente lanzado».
Mi comentario: No es sorprendente que un sistema de asistencia sanitaria en cualquier país, sea sólo un medio oculto de recaudación de impuestos y que se alimente a través de sus partidarios. Esto le pasa a cualquier sistema egoísta y cualquier iniciativa altruista se vuelve egoísta rápidamente si no incluye la formación y la educación integral.
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