Somos soldados del ejército del Creador

El pueblo de Israel atraviesa hoy tiempos muy difíciles. Por otro lado, esto nos puede llevar a cambios muy buenos, como está escrito en los profetas, ¡Pobre de mí! porque aquel día es grande y no hay otro igual: es el tiempo de  la angustia de Jacob, pero de ella será salvo (Jeremías, 30:7).

 

 Precisamente de los peores estados podemos levantarnos, elevarnos, crecer, fortalecernos y alcanzar el éxito.  

 

Después de todo, entendemos que no tenemos otra opción, debemos levantarnos y tener éxito y el Creador estará con nosotros; mucha gente ya se da cuenta de que necesitamos corregirnos a nosotros mismos, corregir la fuerza de separación entre nosotros, espero que este reconocimiento del mal nos ayude a levantarnos y construirnos.

 

No siento que estemos desesperados, nuestra arma es la unidad y no la hemos usado. Si por desesperación lo tomamos y comenzamos a utilizar la fuerza de nuestra conexión, nadie se nos resistirá, proyectaremos esta fuerza de unidad al mundo entero y nos escucharán.

 

No debemos rendirnos porque aún ni siquiera hemos comenzado esta guerra, debemos seguir adelante y alcanzar el éxito, no nos queda otra opción. Sin embargo, el Creador nos obligará, ya sea por el camino fácil o por el difícil.

 

Esta es una guerra contra nuestro egoísmo, no podemos negarnos a luchar, porque no luchamos por nosotros mismos ni por nuestras vidas, sino por el Creador. Somos soldados del ejército del Creador y el Creador ganará, ¡la fuerza del otorgamiento debe ganar! Así será.

 

La fuerza de otorgamiento es la fuerza del Creador, si nos vestimos con esta fuerza, ganaremos; siempre debemos recordar que nuestro éxito depende de nuestra unidad interna, de la conexión de nuestros corazones. La fuerza de la unidad es nuestra principal arma.

 

Será de gran interés:

La fuerza de la unidad

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *