Recibí una pregunta: Al considerar el primer mandamiento sobre el temor al Creador, ¿sabe usted por qué los cabalistas escribieron el Niggun (melodía) «Gesher Tzar Meod» (Un puente muy angosto) lo que sugiere que lo principal es «no temer»?
Mi respuesta: La letra de esta canción es como sigue: «Nuestro mundo es como un puente angosto y lo más importante es no temer a nada». Significa que todos los disturbios que se presentan en nuestro camino provienen del Creador y sólo lo alcanzamos a Él únicamente venciéndolos.
En cuanto al temor, existen tres clases de temor.
1. Temor de este mundo, cuando uno desea todo para sí mismo y entre más mejor, y que no tenga que pagar o recibir un castigo por ello.
2. Temor del mundo por venir, cuando uno piensa, «No quiero ir al infierno, sino al cielo y al mejor de los cielos posible».
3. Temor a «¿Podré alcanzar la semejanza con el Creador?» para mi propio beneficio.
4. Temor a «¿Podré alcanzar la semejanza con el Creador, sin ningún pensamiento para mi mismo?» Este es el temor real del Creador. Todo el resto es temor por uno mismo.
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