Y lo más importante es la plegaria. Es decir, uno debe rezarle al Creador para que lo ayude a ir por encima de la razón, lo que significa que el trabajo debe ser con alegría, como si ya hubiera sido recompensado con la razón de la Kedushá, y qué alegría sentiría entonces. Del mismo modo, debe pedirle al Creador que le dé este poder, para que pueda ir por encima de la razón del cuerpo.
En otras palabras, aunque el cuerpo no está de acuerdo con este trabajo para otorgar, le pide al Creador poder trabajar con alegría, como es apropiado para alguien que sirve a un gran Rey. No le pide al Creador que muestre la grandeza del Creador, y entonces trabajará con alegría. Más bien, quiere que el Creador le dé alegría en el trabajo por encima de la razón, que será tan importante para una persona como si ya tuviera la razón (Rabash, Artículo 12 (1991), «Estas velas son sagradas»).
La persona aún no tiene conocimiento, ni siquiera quiere estar en el conocimiento, sino que desea estar por encima de él. En otras palabras, incluso si ve cualidades contradictorias y opuestas dentro de la razón que no deberían estar en el Creador, aun así, quiere elevarse para adorar al Creador, para colocarlo por encima de sí mismo.
Comentario:
Cuando consigo elevarme por encima de la razón y experimento alegría, también se convierte en conocimiento que he superado; he conectado y me alegro por ello. Pero, aun así, en algún momento llegas a sentirlo dentro de ti.
Mi Respuesta:
Por supuesto que tienes alegría porque lo has logrado, aunque el Creador hizo todo, pero lo hizo con tu naturaleza. Él creó tu naturaleza inicial y al mismo tiempo hizo posible que alcanzaras la siguiente naturaleza Superior.
Pero se convierte de nuevo en conocimiento, y vuelves a elevarte por encima de él.
Pregunta
¿Cómo puedes ser feliz no solo por ti mismo?
Respuesta:
Entonces caerás inmediatamente.
Pregunta
¿Y dónde hay que ir después?
Respuesta:
Todo el tiempo más alto, y ahí lo verás.
