Pregunta: Durante el seminario un amigo dijo que cuando era niño jugaba con carros de juguete y que el juego era realidad para él ¿Qué evita hoy que revelemos que todo lo que estamos haciendo no es un juego sino la realidad?
Respuesta: Si jugáramos en realidad, ya hubiéramos revelado al Creador. Todo el juego es en el grupo. Hasta hoy no nos hemos unido lo necesario. Estábamos realizando el trabajo de preparación, y ese tiempo no se desperdició. Estábamos esperando el estado general y la atmósfera en el mundo así como nuestra disposición interna. Gradualmente hemos llegado al punto en el que estamos listos para realizar está disposición en el grupo. Tales grupos se multiplicarán a través del mundo.
No hay ninguna otra manera de realizar esto que en un pequeño grupo de diez personas. Si el grupo es numeroso, tiene que ser dividido en diez y después hacer una rotación. No importa al lado de quién estás sentado porque estás revelando tu punto en el corazón. No prestas atención a la esencia animal de tu amigo. No puede desagradarte por sus cualidades inherentes- eso sólo lo mejora. Hará más fácil encontrar el contacto con su punto en el corazón y no su parte corporal. Así es como tenemos que trabajar, y a esto se le llama “jugar el juego de los carros de juguete”.
(73945 De la convención de Vilna 24/3/12, Lección 3)
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