Aunque uno puede trabajar devotamente, es incapaz de determinar si este trabajo devoto es apropiado o no. (Baal HaSulam, Shamati 187 «Elegir el trabajo»).
Un lugar para el trabajo devoto se forma cuando una persona siente en su corazón que puede sacrificar todo por el bien del Creador. Esto no sucede de inmediato, sino más bien muy lentamente, en forma gradual, y el cabalista lo siente dentro de sí mismo.
Pregunta:
¿A qué conduce tal estado, tal pensamiento? ¿Esto trae satisfacción al Creador?
Respuesta:
Ese no es el punto. El Creador sabe de lo que una persona es capaz y de lo que no es capaz en todas las circunstancias. Cuando se le da a una persona algunas pruebas, el Creador conoce el resultado, las pruebas son necesarias solo para la persona misma, para que pueda comprobar si puede hacerles frente o no, entenderlas correctamente o no, etc.
Pregunta:
Digamos que una persona entiende que realmente quiere sacrificar todo, pero no puede. ¿Cuál es esta condición?
Respuesta:
Sí no puede sacrificarlo todo por el bien de volverse uno con el Creador, entonces tiene la oportunidad de orar y pedir, y al final, alcanzará su meta.
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