Los tiempos están cambiando cada vez más rápido y cada día está más dirigido hacia la meta. El mundo está comenzando a darse cuenta de la situación presente, la cual estamos considerando como una transición de un nivel a otro, de un peldaño de la escalera a otro en nuestro desarrollo.
Baal HaSulam escribe en su artículo, “La Paz” que cada vez con el ascenso al siguiente nivel, la humanidad necesita descubrir la vanidad y lo dañino del estado actual, la falta de habilidad ya sea de moverse más o de permanecer en el mismo lugar. Cuando el mundo entero, justo como un hombre, grupo, o país, sufre en las circunstancias actuales, obtiene el combustible, la motivación, para la transferencia hacia el próximo nivel. Las personas están listas para despedirse del estado actual, que antes les parecía bueno, pero ahora ven maldad en este. Mientras que el próximo nivel, que previamente parecía ser irreal y malo, ellos están dispuestos a aceptarlo como el estado bueno.
Así es como se llevó a cabo el desarrollo. El hombre cambia, su deseo cambia, y entonces, al exponer el pasado, presente, y el futuro para su revaluación, él pasa hacia el siguiente estado. Forzando su propio desarrollo, evaluando sus estados más y más correctamente, el hombre ahorra tiempo, y además internamente se identifica con la tendencia, gracias a lo cual el proceso pasa por él más fácilmente, de forma suave, y de forma positiva. Esto es porque él entiende las razonas para lo que está sucediendo y actúa conscientemente, buscando ir hacia adelante por adelantado.
Así es como el hombre ayuda a las fuerzas de la naturaleza que están influyéndolo. Estas son convocadas por la negatividad para impulsarlo a lo largo del camino, pero él está tratando de pasar al siguiente nivel por su cuenta, usando la atracción desde el frente, y no el empuje por detrás.
Hoy, hemos entrado a la última etapa del periodo actual de desarrollo. Los cabalistas comienzan su cuenta desde el siglo 15, desde los tiempos del Arí. Entendemos que el proceso fluye lentamente, etapa por etapa, pasando por los cinco niveles de HaVaYaH, de la etapa raíz a la cuarta etapa. Baal HaSulam, el último gran cabalista, ha preparado la metodología de corrección para nosotros. Él además quería acelerar el tiempo y relativamente ha tenido éxito. Quién sabe cómo nos estaríamos moviendo hacia adelante sin sus revelaciones.
Con respecto a la situación actual. Es especial en la manera en que el mundo mismo, incluso sin las varias explicaciones, comienza a darse cuanta de que está ahora en una etapa de transición importante. Por supuesto, no todos lo entienden. Siempre hay personas que no captan el punto principal, o hacen oídos sordos al llamado de los tiempos.
Hay razones para ello ya que aquellos que en esencia han provocado la actual crisis financiera y económica aún están ocultando la verdadera situación, prefiriendo vivir en la euforia, en sus fantasías. Sin embargo, con cada día, entienden más y más claramente que la situación es crítica y no hay nada que pueda hacerse. A pesar de las gigantescas sumas de dólares y euros arrojados en la economía, no hay dinero para pagar las cuentas y no hay medios que permitan pagar la deuda de alguna manera.
Hoy, al volver a la caja registradora, se dan cuenta de que no simplemente está vacía, sino que está en un menos sin remedio. Es por eso que todo lo que se está haciendo hoy no está destinado a corregir la situación sino para retardar el inevitable fin por unos cuantos meses más. Finalmente, se vuelve claro que un enorme “tsunami” nos espera, un golpe que el mundo no será capaz de soportar. La sociedad aún no está consciente de lo que sucede, pero es simplemente una cuestión de tiempo.
Como consecuencia, la élite está planeando varios pasos y está diseñando escenarios para el desarrollo de los eventos de locales a globales ¿Qué opciones tienen? Por supuesto, sería mejor para ellos anular todo y comenzar el juego una vez más ¿Pero cómo podemos hacerlo? Dado que entonces el estándar de vida de las personas disminuirá un 50% e incluso más. El mecanismo social y económico previo dejará de funcionar. Aquellos que solían estar en la parte alta caerán. No quedará nada de los bancos que solían estar detrás de este juego. Al final, una grave incertidumbre nos espera.
Como una regla en tales situaciones, bajo la presión de las circunstancias, al no ver otra salida, la humanidad comienza guerras, rebeliones. Entonces posiblemente, nos esperan tiempos difíciles.
Esto es especialmente cierto para el pueblo judío dado que, como escribe Baal HaSulam al final de la “Introducción a El Libro del Zóhar”, y en otros lugares, que toda la corrección está colocada sobre Israel. Los eventos que están sucediendo en los bancos europeos y en otras organizaciones económico-financieras, están ciertamente dirigidas por el Creador, quien mediante esos medios nos está dirigiendo hacia la revelación del mal en el mundo egoísta y nos está obligando de maneras muy duras a deshacernos del enfoque actual que está dirigido sólo al beneficio material. Él nos está dirigiendo hacia la toma de consciencia de que es necesario cambiar los valores. De ahora en adelante, lo espiritual debe volverse la meta para nosotros, y lo material de convertirse en el medio.
Es imposible imaginar el sufrimiento que es necesario para cambiar los valores de cada uno por separado, y de la humanidad como un todo. Esto es porque el hombre no está listo, no entiende, y no siente lo que se requiere de él ¿Cuánto más debe crecer la presión? ¿Qué sensación terrorífica de impotencia y confusión debe volverlo loco? ¿Qué problemas y sufrimiento debe experimentar y ser dejado aún vivo? Y en toda esta locura, ¿cómo puede uno darse cuenta de que sólo una cosa se requiere, sostener esa pequeña cantidad que es necesaria para el cuerpo y dar el resto al alma?
De lo que se habla aquí es del cambio de los grandes valores egoístas en toda la humanidad con el fin de elevarla del estado actual hasta donde deseará sólo una cosa, vivir en otorgamiento. Sin embargo, sin forzarlo, el hombre lo deseará por su cuenta, tomado consciencia, entendiendo, y sintiendo que aquí está, la gran meta, deseada por todos, elevándose sobre la vida y la muerte, por encima de todo.
¿Entonces cómo puede el hombre llegar al otorgamiento y la unidad? ¿Cómo puede uno salir del egoísmo, de mi propio cuerpo y conectarme con otros? ¿Cómo puede uno unirse a los otros completamente, sentir al mundo entero como propio y desear cuidar de todos, sentir todo esto en lugar de las relaciones y valores actuales? Estamos hablando de una transformación radical de un extremo de la escala al otro. No entendemos cómo puede suceder tal cosa. La humanidad preferiría terminar su vida en un suicidio.
Aquí es exactamente donde la fuerza superior es revelada, la Luz que Reforma que implementa su acción de una manera buena o mala. Sin embargo, un gran sufrimiento es necesario para esto cuando las personas en realidad, no sólo lo dicen, sino que sienten que la muerte es mejor que una vida así, Sólo cuando el hombre se eleva por encima del borde de la vida y la muerte, la fuerza superior es revelada y controla la acción. Un pequeño shock no será suficiente aquí, esos estados deben ser sentidos en profundidad hasta la muerte, la cual no es la vida en sí, sino su base actual, el deseo egoísta.
Las etapas críticas que están ahora frente a nosotros se desarrollarán exactamente de esta manera, si no las endulzamos con la metodología de corrección, la ciencia de la Cabalá. Es hoy, por primera vez en la historia, que se está revelando frente a todos en varias formas con el fin de mostrarle a la humanidad, y en primer lugar a toda la nación de Israel la posibilidad de pasar del camino de sufrimiento al camino de la Torá.
Para que esto suceda, le estamos explicando a las personas la evolución movida por el desarrollo del egoísmo que se transfiere entre los niveles, el libre albedrío que ya es accesible a nosotros, y ayudándonos a medir el carácter de la transformación de un estado a otro. Está llegando un momento decisivo en la historia. El egoísmo se ha estado desarrollando por cientos de años, pero hoy llegamos al estado del mal común y debemos realizar el bien común. Esta es ya una nueva etapa de la humanidad, la vida en otorgamiento en lugar de recepción.
Si no endulzamos los estados de transición a través de la ciencia de la Cabalá con las explicaciones que ayuden al entendimiento, a darnos cuenta del desarrollo, y cooperar con este, si no atraemos la Luz que Reforma y la transmitimos a la humanidad, al volvernos la “Luz para las naciones”, entonces la transición al siguiente estado será muy difícil.
Ya observamos la quiebra económica y la amenaza de guerra. Muchas cosas más están por revelarse en el futuro. Y todo esto no sucederá en algún momento en el futuro, no está en algún lugar más allá del horizonte sino aquí y ahora, y próximo en el programa. Por supuesto, los problemas sólo seguirán creciendo y el mundo entero cederá ante el conflicto y la guerra. Aun cuando el llevar al mundo al fracaso económico viene del Creador, las organizaciones simplemente no ven otra salida. Es imposible saldar las deudas actuales. Es por eso que todos los medios conocidos, como guerras, proteccionismo, y fascismo inmediatamente se están disponiendo y parecen ser la solución a los problemas.
En esas circunstancias, se requiere de una poderosa campaña de diseminación de nuestra parte, no un brote de corto plazo, sino una oleada sin fin, moviéndose como una pared y colapsando con el mundo entero. Esta es exactamente nuestra tarea: organizar presión mediante la explicación e incluso por medio de la propaganda acerca de lo que ofrece la metodología de corrección.
Ha llegado el momento de comenzar. Necesitamos prepararnos tan pronto como sea posible para crear varios tipos de amplia cobertura, aguda, decisiva y sin ocultar nada, y para activarlos, primero en Israel, en el lugar más importante del mundo, desde donde las noticias fluirán hacia toda la humanidad a través de todos los canales. Aparte de esto, necesitamos diseminarlo a través de nuestros grupos en todo el mundo.
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De la cuarta parte de la Lección diaria de Cabalá 11 de agosto del 2012, Escritos de Baal HaSulam, “La nación”
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