Nuestro camino se refleja en la reacción de las otras naciones hacia el pueblo de Israel. Cuando vemos que nuestros enemigos y quienes nos odian se fortalecen en las naciones y organizaciones que nos rodean, de acuerdo a esto podemos identificar el ritmo de nuestro avance. Y tenemos que entender que se requiere de nosotros un trabajo serio y fuerte.
Contra cada nueva oleada externa, nosotros debemos fortalecer la unidad del pueblo judío. Porque el poder que permite neutralizar el mal externo se encuentra sólo en nuestra conexión aquí. Y esto es específicamente lo que lleva al mundo hacia la corrección.
Y mientras más quieran «atraparnos» las naciones, más debe fortalecerse nuestra unidad. Entonces podemos influir en ellas y cambiarlas. De esto exactamente es que se trata nuestra guerra.
(137962 – De la 5° parte de la lección diaria de Cabalá del 22 de Junio del 2014, Escritos de Baal HaSulam)