Una pregunta es un deseo de llenado

Pregunta: Si su maestro estuviera ahora cerca de usted, ¿le haría preguntas?

Respuesta: No, porque tienes que hacer preguntas que surjan en ti mismo.

Pregunta: ¿Por qué le pide usted a sus estudiantes que le hagan preguntas?

Respuesta: Para acelerar el intercambio de puntos de vista, a través de lo cual surge la unidad. Cuanto más rápido puedas progresar, mejor. La velocidad depende del acercamiento entre ustedes y el acercamiento depende de la cantidad de discusiones en las decenas. Por eso intento provocar todo esto en ustedes.

Pregunta: ¿Existen preguntas para las que usted no tiene respuesta?

Respuesta: Hay muchas preguntas en la Cabalá que no pueden ser contestadas. Los estudiantes tienen que sentirlas desde adentro.

Una pregunta es el deseo de llenar el corazón y la mente. El llenado será la respuesta. Si el corazón o la mente no están listos para recibir el llenado, como un niño al que intentas explicarle algo, pero no puede entender, entonces no hay nada que puedas hacer.  

Por lo tanto, el mensaje (la respuesta) tiene que corresponder a la vasija, el deseo y la intención que tenga el estudiante. Este es el problema.

Pregunta: ¿Le hizo usted muchas preguntas a Rabash?

Respuesta: Sí. Le hice muchas preguntas para mí y para los demás.  

Pregunta: Pero ahora, ¿no preguntaría usted nada?

Respuesta: No. No tengo nada que preguntar. Ya pude preguntarle. Si estuviéramos físicamente cerca uno del otro, estaríamos sentados y en silencio.
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De la lección de Cabalá en ruso 31/dic/17.

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