Acabo de recibir una carta de uno mis estudiantes en Estados Unidos, quien escribe que su esposa y él fueron a una tienda, y vieron a un gran número de personas haciendo fila para comprar armas. Había diferentes tipos de armas en venta, incluso una ametralladora. El empleado de la tienda dijo que no tenía en existencia algunas de ellas, pero que esperaba que las surtieran. Explicó que las personas habían estado adquiriendo muchas armas. Antiguamente, la gente almacenaba comida ante la llegada de una hambruna, y de la misma forma, ahora almacenan armas. Pero, ¿en contra de quién piensan usarlas?
¿Tienen temor que alguien ataque a Estados Unidos? ¿O, temen que el hambre los lleve a una situación en que deban empezar a atacarse y robarse? Sucederá igual en todo el mundo, y es de esta situación que provendrá el reconocimiento del mal.
Hoy en día, cada persona desea encerrarse en su casa (o bunker) en dónde tendrá comida, medicinas y lo que sea necesario para el resto de sus días. Y desea que este bunker resista al mundo enero. Esto es que lo que instintivamente desea nuestro ego.
Las personas tienen que pensar en el mañana y tienen que cuidar de si mismas. Pero, al mismo tiempo, deben pensar en cómo se conectarán con los demás el día de mañana, en vista de que entonces no tendrán que utilizar a los demás para obtener lo necesario para su sustento.
El día de hoy los estadounidenses se están aislando unos de otros más y más y eso los está acercando al reconocimiento del mal. Sin embargo, todo esto anuncia la llegada de un buen estado. Los estadounidenses se darán cuenta que recorren el camino equivocado una vez que hayan andado parte de él.
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