Reportaje: (de US News & World Report): Un equipo en Cleveland Clinic Case Western Reserve University (Clínica Cleveland y la Universidad Case Western Reserve) observó a 1,000 personas de la tercera edad en tres comunidades de jubilados en Florida durante 15 años. Descubrieron que las mujeres con los niveles más elevados de ansiedad al inicio del estudio vivieron más que el resto. En contraste con las mujeres, los hombres con mayores niveles de ansiedad al inicio del estudio tuvieron tendencia a fallecer antes, informaron los investigadores. «Nuestra investigación indica que la ansiedad puede tener un efecto protector en las mujeres…», el doctor Jianping Zhang del departamento de psiquiatría y psicología en la Clínica Cleveland dijo en una declaración preparada. «En contraste, la ansiedad creciente, con el paso del tiempo, es más perjudicial para los hombres».
Mi comentario: Pues, esto nos viene a demostrar quién es el sexo más fuerte. Y la razón de ello es que la mujer está naturalmente más cerca de la naturaleza; ella es Maljut – toda la naturaleza. Un hombre, por otro lado, no tiene raíces fuertes en nuestro mundo porque las tiene que dominar volviéndose semejante al Creador. Sólo entonces encontrará su lugar y se volverá fuerte – más fuerte que la mujer. Así que es verdad lo que dicen: Detrás de cada hombre triunfador, hay una mujer. Esto es absolutamente verdadero en el sentido espiritual también, en donde la mujer de uno es el deseo corregido de uno.
Pregunta: ¿Cuál es su opinión respecto a que la señora Hillary Clinton acepte el puesto de Secretaria de Estado en la administración del señor Obama? Una mujer es una fuerza poderosa; ¿podría ser esta una acción positiva?
Mi respuesta: En nuestros tiempos en que todos se sienten vacíos y revelan la necesidad de corrección, tal vez sea lo mejor, puesto que las mujeres son más cautelosas y realistas, menos ambiciosas y cercanas a la naturaleza. Sin embargo, en general, esto es contrario a nuestra naturaleza espiritual, en donde una persona empieza por corregir al «hombre» dentro de sí y sólo después a la «mujer» interior.
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