Usted contó una historia sobre la abuela de Rabash. Cuando él era pequeño y se portaba mal, ella no lo castigaba inmediatamente, lo hacía al cabo de dos o tres días. A nosotros nos pasa lo mismo. Cuando ya nos hemos portado mal, nos dicen que hicimos algo mal. ¿Cómo podemos trabajar para no solo escuchar y huir, utilizar adecuadamente tales situaciones para avanzar?
Respuesta:
Necesitas estar fuertemente conectado con el grupo, no tendrás fuerzas para hacerlo tú mismo y huirás.
Es necesario sentir el grupo, ni siquiera para hablarles, para sentir lo que significa estar en uno; entonces tendrás la fuerza para conectarte con los amigos nuevamente y sentir al Creador en el centro del grupo, en este caso, tu futuro está asegurado.