El congreso mundial que tuvimos hace poco fue una fase muy seria, pero ya pasó.
Desafortunadamente aún no sentimos el dolor de no estar incorporados en otros. No siento dolor alguno de no vivir en el corazón de los demás; no siento que me quiero salir de mi y estar en otros, no lo puedo hacer y siento dolor. No siento que eso me presiona ni que me preocupa lo suficiente y esa es la razón por la que pido y lloro, pero estamos acercándonos.
Aún así, fué un esfuerzo muy serio de alcanzar la meta. No sé cómo medirlo, debido a que nos movemos a lo largo de un camino que nunca había sido tomado y no hay ejemplos de los cuales podamos aprender, pero creo que en otros dos o tres congresos como este, si la gente continúa, si siente una gran necesidad de ahondar más profundamente en otros, todo estará resuelto. Para eso serán los siguientes congresos, no hay vuelta atrás. Tengo que vivir en el corazón del amigo, adentro. No estoy aquí. Existo ahí con toda mi alma.
Pregunta: ¿Las preguntas y talleres serán sólo en esta dirección de ahora en adelante?
Respuesta: Sólo para ser un hombre en un corazón. Esta es la condición sin la cual no podremos alcanzar la espiritualidad. El punto no es el Creador, sino el corazón del amigo. Ya lo hemos sentido, lo hemos alcanzado y a pesar de que, aún. no hubo una clara demanda ni avance ni acumulación de dolor, sucederá.
Ahora trabajaremos sistemáticamente y tendremos una serie de congresos en Estados Unidos y en Rusia y luego de nuevo en Israel. Una persona debería sentir dolor por no estar en el corazón de su amigo. Lo añora, pero no puede. Algo lo frena, pero realmente quiere estar dentro de su corazón. Quiere trabajar con sus propios deseos como Maljut, pero los nueve deseos ante él son los deseos de sus amigos, su anhelo por el Creador, no el suyo propio. La fuerza es de él, pero el anhelo es de los amigos.
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De Kabtv “Noticias con Michael Laitman” 26/feb/16
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