Alcanzar la grandeza de la naturaleza

Si pudiéramos alcanzar la verdadera grandeza de la naturaleza, no sería nada difícil para nosotros renunciar a nuestro egoísmo y volvernos tan otorgantes y amorosos como la naturaleza.

La dificultad es que la valoración de la grandeza de la naturaleza que da a luz a todo y gobierna todo no depende de un individuo, sino de su entorno. Si su entorno está imbuido con la grandeza de las fuerzas de la naturaleza, el individuo siente en sí mismo el suficiente poder para superar su egoísmo.

Sin embargo, cuando el hombre ve la forma tan descuidada en que su entorno trata a la naturaleza, sus leyes y metas para traer al hombre a la equivalencia con ella, él también ignora este conocimiento y deja de sentirlo como importante, y más tarde deja de sentirlo del todo.

Por lo tanto, recibir la importancia de la meta (lograr la equivalencia con la cualidad de otorgamiento y amor de la naturaleza) del entorno es una condición indispensable para el avance. Para esto, el hombre necesita:

-Siempre escuchar y celebrar al entorno en todas las formas posibles; para hacer esto, él debe sentirse como el más pequeño de sus amigos ya que sólo el inferior recibe del superior,

-Esforzarse por incrementar el entorno, en cantidad o en calidad, en sus propios ojos, estar impresionados con la grandeza de la meta; para esto, debe ensalzar las virtudes de su amigo y honrarlos como los grandes en la generación. Entonces el entorno lo influirá, cómo el más grande, ya que la calidad es más importante que la cantidad.

(78520 De Baal HaSulam “El artículo por la finalización del Libro del Zóhar”)

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