Balanceándonos libremente entre dos fuerzas

Dr. Michael LaitmanPregunta: ¿Puede la persona ser libre, si es así, de qué maneras?

Respuesta: Primero, ustedes necesitan imaginar qué es la libertad y qué están buscando ¿Estamos buscando la libertad del ángel de la muerte, ya que fue tallado en las tablas del pacto, estamos buscando vida espiritual eterna, o creemos que podemos ser libre en nuestras actividades materiales diarias?

Los cabalistas nos explican que en la vida común no tenemos ninguna independencia en absoluto, más bien, que toda nuestra vida ya está predeterminada y que cada paso ya está previamente organizado para nosotros. La libertad es posible sólo si nos elevamos por encima de la vida a un nivel de toma de decisiones, al nivel espiritual.

Es aquí donde existe la libertad de elección, ya que hay dos fuerzas opuestas en este nivel, recibir y otorgar; mientras que dentro de nuestro mundo existe sólo una fuerza, la de recibir que nos permite aceptar menos o más, dependiendo de nuestro entendimiento de lo que corremos el riesgo de ganar o perder.

En otras palabras, todo depende de nuestro simple entendimiento de dónde ganamos o perdemos más. ¡Por lo tanto, no hay en absoluto tal cosa como libertad! Yo siempre sopeso antes de decidir qué elegir. Después de evaluar el «costo» de algo, no hay libertad de elección que quede en mí para ir contra esta. Mi naturaleza está moldeada al recibimiento máximo y al mínimo otorgamiento. Es así como actuamos en todo, conscientemente o no.

A veces nos parece que podemos ir contra nuestra lógica terrenal, pero es una ilusión ya que detrás de esta se esconde un interés egoísta más profundo que define nuestras acciones.

Pero cuando nos elevamos al nivel espiritual y alcanzamos el deseo de otorgar, el cual trabajo junto con el deseo de recibir, empezamos a tener equilibrio entre estos dos deseos y permanecemos entre ellos, en el tercio medio de Tifferet, sin inclinarnos hacia un lado u otro. No estamos eligiendo qué es más atractivo para nosotros, recibir u otorgar, de lo contrario no sería considerado una opción, sino más bien que depende de nuestra evaluación.

La libertad de elección sólo es posible si estoy entre dos fuerzas, positiva y negativa (otorgamiento y recepción), y si me las arreglo para establecerme a mí mismo entre ellas como si fuera un motor en un circuito.

Por lo tanto, uso ambas fuerzas ya que tengo libertad para construirme al incluirme en ambas fuerzas; esto da nacimiento a una nueva realidad. ¡La libre elección que poseemos en la espiritualidad nos permite construir al Creador! El Creador soy yo pero en un estado corregido. Es por esto que Él es llamado «Bo Re» (ven y ve).

Ustedes construyen una nueva realidad a partir de estas dos fuerzas opuestas. Antes de alcanzar este estado, no hay libre elección. No hay forma de obtener libertad de elección escogiendo solo de una fuerza o desde dos fuerzas opuestas; sólo si nos las arreglamos correctamente para conectarlas juntas conseguimos un tercer componente llamado, «Adam» (Hombre) o «El Creador».

¡Nuestro deseo está hecho por medio de una impresión inversa de la Luz, entonces si sólo se siente a sí mismo, resulta ser algo espantoso!
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