Pregunta:¿Por qué los autores de El Libro del Zóhar primero tuvieron el deseo de matarse unos a otros?
Respuesta: Porque en el transcurso de su trabajo revelaron su verdadera esencia: lo desgarrados y desconectados que estaban y lo que se odiaban.
Todavía no representamos el egoísmo que existe en cada uno de nosotros. Es un egoísmo terrible cuando no hay madre, padre, esposa, hijos, nadie y nada para mí. En aras de mi más escaso placer, estoy dispuesto a destruir a todos, sin remordimientos, sin ningún cálculo, así como así.
Es decir, no tengo ninguna relación con los demás, no puedo ver a los demás, excepto por mi propio placer insignificante. Esta es mi naturaleza, igual que la de los demás. Cualquiera que lo niegue, simplemente aún no comprende cómo fue creado.
Por lo tanto, en primer lugar, debemos lograr ese estado negativo. Como está dicho: «Creé el egoísmo y creé la Torá para corregirlo».
Pregunta: Parece extraño. Pues si me acerco al Creador, ¿no debería sentir más y más amor y ciertamente, no odio por mis amigos?
Respuesta: Empiezas a revelar más y más egoísmo en ti y gracias a eso, te elevas por encima de él. Por un lado, necesitas un gran ego, por otro, una mayor influencia de la luz, con la ayuda de la cual te elevas constantemente por encima de él.
El ego crece y tú te elevas por encima de él. Por lo tanto, comenzando por el pie de la “estatua” rota que estás reconstruyendo, vas hasta su cabeza. Se agrega el material, se agrega el egoísmo y lo pegas cada vez más.
Te encuentras en esta estatua, conectado con el resto de las almas en una sola, en un solo organismo, donde todo está mezclado y todo es común. La identificación permanece pero, para que te sientas conectado con todos. He aquí una paradoja.
Por un lado, sientes tu individualidad, que consiste en que estás completamente disuelto con todos en un todo. Además, el Creador los une. Él te llena y está constantemente contigo.
Como resultado, se forma un todo único que te incluye a ti, a todas las demás almas junto a ti y junto a todos ustedes—el Creador. Todo se junta para que, por un lado, puedas discernir: este soy yo, este es el alma, este es el Creador, por otro lado, todo está absolutamente conectado. Empiezas a sentirte igual al Creador. Cada uno de nosotros también.
Es decir, la individualidad no desaparece, por el contrario, se multiplica. Este es un entendimiento muy específico. Poco a poco lo alcanzaremos.
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De Kabtv “El poder de El libro del Zóhar” #3
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