En las noticias (de ScienceDaily): “Esa serpiente que se dirige a ti puede estar más lejos de lo que aparenta. El miedo puede alterar nuestra percepción de objetos que se acercan, causando que calculemos mal la distancia hacia un objeto amenazante, encontró un estudio publicado en CurrentBiology.
“’Nuestros resultados muestran que la emoción y la percepción no son completamente disociables en la mente’, afirma la sicóloga de Emory Stella Lourenco, coautora del estudio´. El miedo puede alterar incluso aspectos básicos de cómo percibimos el mundo a nuestro alrededor. Esto tiene claras implicaciones en el entendimiento de las fobias clínicas´. …
“Las personas generalmente tienen un sentido bien desarrollado del momento en que los objetos que se dirigen hacia ellos harán contacto, incluyendo un colchón de más menos medio segundo para esquivar o bloquear el objeto, si es necesario. Los investigadores establecieron un experimento para poner a prueba el efecto del miedo en la precisión de esa habilidad. …
“Los participantes tendían a calcular mal el tiempo de colisión para imágenes de objetos amenazantes, como una serpiente o araña, comparado con imágenes no amenazantes, como un conejo o mariposa.
Los resultados retan el punto de vista tradicional de inminencia, como una señal puramente óptica de un objeto que se acerca. “Estamos mostrando que lo que afecta el objeto es cómo percibimos la inminencia. Si tenemos miedo de algo, lo percibimos como si fuera a hacer contacto más pronto’, afirma Longo.
“Incluso más impactante, añade Laurenco, ‘Es posible predecir cuánto se equivocará un participante en el tiempo de colisión de un objeto al evaluar la cantidad de miedo que tienen por ese objeto. Mientras más temeroso de las arañas afirmaba ser alguien, por ejemplo, más errabael tiempo de colisión para una araña que se aproximaba. Eso tiene sentido desde el punto de vista de la adaptación: Si un objeto es peligroso. Es mejor evadirse medio segundo demasiado antes que medio segundo demasiado tarde”.
Mi comentario: La sensación surge del deseo de obtener placer; esta es nuestra esencia, y es por eso que el espacio que sentimos está en función de nuestra relación con este, con lo que encontramos en este. Vemos sólo lo que queremos ver ya sea a causa de la alegría o a causa del miedo. Si el objeto no causa ninguna impresión en nosotros, no lo vemos. Los demás órganos sensoriales funcionan igual. Es sólo a través de la oportunidad adicional de relacionarnos con el mundo a través de la propiedad de otorgamiento que revelamos una parte adicional del mundo- el mundo superior, lo opuesto a nosotros.
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