Pregunta: Había una vez un ser humano y tenía un alma. Un día una flecha material destruyó su cuerpo material y murió. Esto afectó su alma. Es decir ¿lo material puede afectar de algún modo a lo espiritual?
Respuesta: No, en absoluto, el alma no tiene nada que ver con el cuerpo material ni con lo que le sucede a la persona. Supongamos que cae de su nivel. Pero lo hecho, después de haber desarrollado sus diez primeras Sefirot, un diez, desde el punto en el corazón, si logró estados superiores, permanecen dentro de ella y no desaparece, incluso si cae de su nivel a la búsqueda terrenal.
Pregunta: ¿Dónde está situada el alma o su primer fragmento? ¿dónde estamos?
Respuesta: En nuestra conciencia, en ninguna otra parte.
Es exactamente lo que les falta a los científicos cuando tratan de comprender la siguiente dimensión, los universos plegados y desplegados o el origen y la desaparición de la energía. Muy pronto descubriremos muchas paradojas interesantes en nuestra comprensión de la naturaleza. Y todo nos llevará a un estado de absoluta confusión.
Comenzaremos de pronto a revelar fenómenos fronterizos entre los mundos inanimado, vegetal y animal y el mundo superior. Todas estas llamadas dependencias científicas estrictas que percibimos en nuestro mundo, desaparecerán y en su lugar obtendremos cualidades, fenómenos, leyes y fórmulas nuevas, totalmente incomprensibles. Y esto es porque nos acercamos a la revelación del mundo espiritual.
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De la lección de Cabalá en ruso, 11/jun/16
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