Coronavirus: boomerang de la naturaleza

Garantía mutua es un concepto familiar para todos, desde la infancia. Siempre nos enseñaron que necesitamos apoyarnos mutuamente, de lo contrario estaremos perdidos. Pero hoy, la garantía mutua, nuestra conexión, se está convirtiendo en un tema inusualmente renovado y relevante.

La epidemia de coronavirus que cubrió al mundo, nos da oportunidad de aprender algo nuevo sobre nuestra vida y nuestras relaciones, en el mundo global. Por otro lado, nos muestra el poder que, incluso el elemento más pequeño de la naturaleza, posee. El mundo parece muy grande, pero de repente, un pequeño virus puede sumergirlo en caos y oscuridad.

Esto nos muestra nuestra responsabilidad personal ante el mundo, en nuestro tiempo, de no ser parásito ni infectar a otros. Piensa, un comerciante simple de un mercado chino cambió dramáticamente el mundo. Esto muestra nuestro poder en el mundo global y la responsabilidad que recae en cada uno, en relación con todos.

Hay una ley simple en la ciencia de la Cabalá: lo general y lo particular son iguales. Lo general es sólo un conjunto de elementos privados y por lo tanto, depende de cada uno. No se puede extraer ni siquiera el elemento más pequeño del general sin destruirlo. Sin una partícula, el sistema es defectuoso, porque carece de esa parte.

Por eso, observamos el coronavirus y no entendemos que una partícula microscópica logró crear tantos problemas en el mundo. Pero, de hecho, el virus nos muestra el daño que el nivel más alto de la naturaleza le hizo al sistema a nivel biológico. Por encima del nivel humano sólo están los pensamientos e intenciones del hombre.

Debemos entender que todo inicia en la cabeza. Por lo tanto, si hay una falla en el sistema biológico, es consecuencia del mal funcionamiento en el sistema de deseos y pensamiento que están por encima del nivel biológico. Debemos aclarar qué tipo de problemas hay en la relación dentro de cada uno, con otros y con la humanidad en general, eso crea distorsiones, como el virus a nivel biológico.

Aparentemente, hay un problema en nuestras relaciones: no son integrales. Ya violamos todas las leyes de la naturaleza integral y rechazamos su existencia normal. Por eso, la destrucción que creamos en la naturaleza, donde todo está conectado y armonioso, se volvió tan importante que nos afecta a todos en forma de virus.

La epidemia realmente nos afecta a todos porque vivimos en un mundo integral. Por eso, no importa dónde vives, todos sufren, ya sea un campesino chino, un corredor de bolsa en Hong Kong o un italiano, pues estamos en un sistema común y conectado.

Una vez vivimos más aislados y dependíamos sólo de nuestra área local, el mundo no era global. Pero el mundo de hoy es tan integrado que cualquier pueblo chino está vinculado a lo largo de una cadena a una red de relaciones comerciales con toda la humanidad. Estamos acostumbrados a que el destino del mundo es administrado por gobiernos, pero de repente, las riendas están a disposición de un pequeño virus.

Todos somos parte de un sistema integral llamado «Adam«, ser humano y dependemos unos de otros, no hay excepción. Y si el sistema nos muestra cada vez más nuestra dependencia y nos obliga a mejorarla, debemos aprender a encajar en este sistema o nos irá muy mal. Pues, se revelarán nuevos virus mortales cada día.

El sistema indica que estamos obligados a conectarnos con conexiones positivas. Pero necesitamos descubrir qué significa «positivas» porque nuestro egoísmo considera que sólo lo que le beneficia es positivo.

Para descubrir lo que realmente es positivo, necesitamos estudiar el sistema y luego, todos juntos, actuar para mantener su integridad. Aparte de eso, no se requiere nada, sólo cuidar a los demás, como a nosotros mismos.

Entre nosotros debe haber garantía mutua global, por encima de cualquier separación y objetivo personal. El cuidado mutuo y nuestra conexión positiva deben determinar todos nuestros lazos individuales existentes. Garantía mutua es la ley más alta de la naturaleza, existe sólo en la naturaleza. De ahí se derivan todas las demás leyes y formas de comportamiento.

Gracias al coronavirus, la ley de garantía mutua se está divulgando por el mundo. La naturaleza decidió mostrarnos quiénes somos y lo opuestos que somos a ella.

Quizá durante esta crisis, aprendamos lo que se debe hacer para convertirnos en parte integral de la naturaleza. Al cumplir la ley de garantía mutua, los humanos llevaremos a la naturaleza al equilibrio. Si logramos equilibrio total y armonía con las fuerzas de la naturaleza será un verdadero paraíso.
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De Kabtv «Nueva Vida #1212» 10/mar/20

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