Pregunta: Cuando se trata de la construcción de cualquier nuevo sistema, deben ser considerados los riesgos que se presentan durante el proceso de construcción. ¿Nos encontramos nosotros con este factor de riesgo, mientras construimos la sociedad integral?
Respuesta: Creo que no hay prácticamente ningún riesgo aquí, porque la persona comienza a ganar un sentido cada vez mayor de ser uno, una totalidad integral con los que lo circundan. La persona adquiere un sentido de seguridad, amabilidad, respeto, unidad y ausencia de ansiedad, en una palabra, ella siente todas esas cualidades positivas que necesita y que sólo siente en los brazos de su madre. Ahora experimentará estas cosas mientras es abrazada por la sociedad que la rodea. No existe un estado más cómodo para ella.
Nosotros no estamos acostumbrados a este estado. No podemos sostenerlo porque es demasiado dulce y desconocido para nosotros. Es algo a lo que hay que acostumbrarse. Pero sobre todo la persona obtiene una sensación de ingravidez interna.
Es posible que algunas personas experimenten estados incómodos porque están acostumbradas a estar en un estado de tensión constante, listas para atacar y matar. Sin embargo, aquí tú vas a descansar, a mostrarles a otros que tú estás desarmado y que estás dispuesto a abrazarlos. Esto no es fácil. Yo diría que hay un elemento de drama psicológico aquí, una revolución, y una bifurcación interior. Pero en general, no veo gente que tenga mucho problema con esto. Todas estas cosas pueden ser superadas y resueltas gradualmente.
(89744 – Del Kab.TV: «El mundo integral: La fórmula de una sociedad integral» 3 de julio del 2012)
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