La partida de este mundo de un gran sabio, maestro y mentor espiritual es un día especial. Pues, se eleva otro grado y nos muestra que debemos seguirlo.
Vemos que cada uno de los grandes cabalistas, dio un paso adelante a su manera especial y acercó a la gente a la ciencia de la Cabalá, a la revelación del Creador, a la metodología, comprensión, sentimiento, fusión con el Creador y unidad.
Creo que Rabash dio el último paso. Estuvo sobre los hombros de los cabalistas que vivieron antes que él, desde Rabí Akiva en adelante, hasta Ari, Ramhal y Baal Shem Tov. Rabash resumió todo lo que descubrieron para la humanidad y nos dio la metodología en forma metódica y ordenada y podemos usarla e implementarla.
Debemos aferrarnos a las instrucciones para el trabajo espiritual que dejó, como lo indica en sus artículos. En sus explicaciones, Rabash no quiso ir más allá del trabajo interior del hombre. No se involucra en aclaraciones filosóficas ni históricas y no discute el desarrollo general de la humanidad. No se presentaba como gran cabalista, como Baal HaSulam, Ari y Ramhal y modestamente, trató de mantener un perfil bajo. Así vivió toda su vida.
Aún tenemos que revelar la esencia de su contribución y su verdadera altura y ver quién fue realmente nuestro maestro.
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