Debemos leer los artículos de Rabash, de forma lenta y concienzuda, porque contienen todas las acciones que necesitamos llevar a cabo en nuestro trabajo interno, todas las sensaciones que tenemos que experimentar y todas las aspiraciones que se requieren dirigir hacia nuestra conexión.
Recuerdo cómo Rabash me leía esos artículos, cuando íbamos juntos a Tiberia. Él recorría con su dedo, las líneas a lo largo de cada palabra. Aún cuando nuestros pensamientos tendían a adelantarse y a resistir ese ritmo lento, teníamos que entrenarnos para estar concentrados e intentar absorber cada palabra.
Él daba una gran importancia a cada palabra escrita en estos artículos. Si me perdía alguna, inmediatamente se daba cuenta. Una vez que estaba escrito el texto, se volvía sagrado para él y no se le podía hacer ninguna modificación.
Ahora, cuando leemos juntos los artículos de Rabash, uno por uno, estos tienen que incorporarse en todas nuestras sensaciones, en cada alma, en cada persona y crear tal orden interno en ellos, que durante su vida y por muchas reencarnaciones, no se le quiera cambiar la forma.
Gradualmente, estos artículos se van a empezar a materializar en nosotros, cada vez más; y los entenderemos mejor y llegaremos a percibirlos con más y más sensibilidad. Son lo único que nos llevará a la corrección.
Rabash escribió estos artículos desde su sensación interna y quiso con ellos despertar nuestras almas, exactamente en concordancia con su modelo. Seguro que hay muchos caminos que conducen al Creador; pero si una persona intenta entrar en la espiritualidad sin este reformateo interno con la ayuda de los artículos de Rabash, entonces será un camino mucho más difícil y largo.
El camino que Rabash nos abrió es el camino más corto que lleva a una persona a la exigencia de corregir su alma.
