Pregunta: Dice que el sufrimiento es traído al mundo no por la cualidad de recibir, sino por la cualidad de otorgar, la cualidad del Creador, ¿qué quiere decir?
Respuesta: Si el Creador no interfiriera con nosotros, viviríamos sin desarrollarnos. Cuando la cualidad de otorgamiento llega a nuestro mundo, nos estimula constantemente. Por eso crece en nosotros la cualidad de recibir.
Sin esto, seguiríamos siendo animales y todo estaría bien. Pero el Creador quiere acercarnos a Él para que seamos como Él, nos envía la iluminación que nos desarrolla.
A medida que la masa sube por la levadura, crecemos en nuestro egoísmo, bajo la influencia de la energía espiritual externa, más y más, hasta que salgamos del sartén como masa y comenzamos a fermentar, como sucede ahora que no sabemos para qué vivimos ni qué hacer con nosotros mismos.
La luz superior, la cualidad de otorgamiento, trae casi todo el sufrimiento al mundo. Por un lado, el Creador creó el mal. Por otro lado, incluso este mal que somos nosotros los egoístas, Él no nos deja solos. Nos desarrolla constantemente a un mal cada vez mayor, hasta que nos demos cuenta y queramos liberarnos a toda costa.
Espero que suceda en nuestro tiempo, porque hoy ya podemos enseñar y difundir Cabalá en todas partes, podemos hablarles a todos sobre la globalización, sobre la conexión universal entre nosotros, sobre la necesidad de unirnos, de superar el egoísmo. En generaciones anteriores, no teníamos derecho a hacerlo, porque aún no habíamos revelado la naturaleza global.
Hoy ya podemos esperar que nuestros siguientes pasos sean conscientes y que sean endulzados por nosotros. Sentiremos que todo desarrollo posterior es correcto, conveniente y exitoso. Participaremos voluntariamente y evitaremos eventos indeseables. Es decir, seguiremos desarrollándonos, pero no bajo la influencia de los golpes.
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