Cuando el conocimiento de la ciencia de la Cabalá llegó a las naciones del mundo, estimuló el desarrollo de éste y al mismo tiempo provocó un gran perjuicio. Hasta ese momento, la Cabalá se había revelado tan sólo a unos cuantos individuos elegidos entre el pueblo de Israel. Una vez que se reveló al mundo, sin embargo, la gente empezó a comprender egoístamente el sistema de la construcción del universo, a estudiar las leyes de la Naturaleza y a explotar brutalmente a la Naturaleza y al prójimo con el fin de utilizarlos para sus propios intereses.
Esto ha conducido a toda la destrucción que ha ocurrido y continúa ocurriendo en el mundo, a pesar del hecho que los cabalistas ocultaron la ciencia de la Cabalá. Todavía permanece tan oculta que una persona que no está lista para ello es incapaz de comprender nada de lo que está escrito en los libros de Cabalá. Uno debe primero corregir sus propios atributos para que se conviertan en otorgamiento y amor para su prójimo y sólo entonces se le revelarán las grandes fuerzas de la Naturaleza.
Sin embargo, durante el lapso en que la humanidad ha buscado el conocimiento, obtuvimos y pudimos emplear las ciencias ordinarias para aprender sobre las fuerzas externas de la Naturaleza. Esto condujo al desarrollo tecnológico, que hemos visto ha sido en detrimento propio.
Como resultado vemos que el desarrollo entero del mundo, que hemos construido a través de la historia de la humanidad, no ha sido para provecho nuestro, puesto que ha servido sólo a nuestro egoísmo. Todo el conocimiento que hemos recibido sobre la Naturaleza, todas las leyes y los ejemplos que hemos alcanzado y tratado de implementar para nuestro propio beneficio, a la larga se han volteado en nuestra contra. Este ha sido un proceso acumulativo, que nos ha llevado a una crisis universal global que ocurre en todos los niveles de la Naturaleza y en todas las áreas de la actividad humana.
Todo lo que los seres humanos han hecho durante miles de años en la historia hoy en día se revela que fue malo. Es como si estuviéramos trazando una línea entre todo el desarrollo anterior de la civilización humana y el actual. A partir de este punto debemos honestamente hacer un balance de todo lo que hemos hecho y decidir cómo debemos desarrollarnos en el futuro.
Resulta que la dirección del futuro de nuestro desarrollo, es bastante sencillo. Después de todo, si el conocimiento sobre las leyes de la Naturaleza y todas nuestras ciencias sólo prueban que lo único que nos trajeron fue dañino, ya que los convertimos en la servidumbre de nuestro egoísmo, entonces démosle un giro total. Si empleamos la ciencia y todo nuestro conocimiento situándolo en el buen camino, verdaderamente en beneficio de la humanidad, se volverá nuestro ayudante y nos aportará la prosperidad genuina. Ya no destruiremos la Naturaleza, nuestro ambiente y a nosotros mismos, arriesgándonos a la auto destrucción. Por el contrario, nos elevaremos a un nivel completamente nuevo.
Estos dos opuestos, cuando utilizamos la fuerza de la Naturaleza y sus ejemplos, ya sea en detrimento propio o para un propósito noble – se llaman el «sirviente» que está en el poder, en lugar de su «ama», o la «la dueña», que se levanta y se revela con la ayuda del sirviente. La «dueña» es la ciencia de la Cabalá que nos enseña cómo corregir nuestra naturaleza empleándola correctamente para revelar la otra parte de la Naturaleza y sus enormes fuerzas. Todo esto se nos entrega para que lo empleemos y para la existencia eterna.
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