No hay evidencia de que sea la actividad humana, la que causó los críticos cambios climáticos que se experimentan hoy en día. El globo terráqueo es tan grande y complejo, que es imposible probar que mediante nuestras acciones, podemos influir en el deterioro del clima.
Estamos tratando de culpar al aumento en el contenido de dióxido de carbono en la atmósfera y a otros fenómenos similares, pero posiblemente, ese no es el problema. La razón principal es la relación egoísta entre las personas, pero su dependencia no se puede demostrar y probar claramente a todo el mundo.
Gradualmente iremos cayendo cada vez más bajo y pasaremos de las condiciones de una vida normal a tal grado que nuestra vida, verdaderamente será anormal; y tal vez entonces, las personas estarán de acuerdo con que es imposible seguir así y que necesitamos empezar a cambiar.
No hay otra forma de arreglar la situación. El Creador no nos permitirá hacerlo. Él quiere que seamos amables con los demás y entonces, toda la naturaleza mejorará. Y el hecho de que filtremos el aire, no arreglará el clima. El Creador quiere que nos demos cuenta, que nuestra vida depende de nuestra interacción, no de un aire limpio.
Tenemos que tomar en cuenta el consejo de los cabalistas, quienes nos dicen que todo el problema radica en nuestras relaciones egoístas y que si las corregimos, entonces toda nuestra vida mejorará.
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