Comentario:
Usted dice que una vez le ofrecieron averiguar lo que le ocurriría en el futuro, pero lo rechazó.
Mi Respuesta:
Sí. ¿Qué sentido tiene? Se dice: «No practiques la adivinación ni digas la buenaventura». ¿Por qué debería hacerlo si al hacerlo me estoy robando a mí mismo espiritualmente? No quiero conocer el futuro; quiero crearlo yo mismo. Quiero ir a ciegas. Todo depende de cómo aspire a él.
Pregunta
¿Este momento en el que supuestamente usted va a su futuro por sí mismo no es una ilusión de libertad? En cualquier caso, está programado.
Respuesta:
El futuro está programado pero no la forma de alcanzarlo. Por ejemplo, vas a la escuela, es absolutamente seguro que lo terminarás; pero cuántas veces te sentarás en qué clases, cuántas faltas tendrás y las calificaciones que obtendrás depende de ti y de nadie más. Por lo tanto, no se sabe cómo se logran los estados futuros, porque está en tus manos.
Sólo hay dos formas de alcanzar el mismo estado en un momento dado, la buena o la mala. Supongamos que vienes a trabajar y tienes que hacerlo. Terminas, recibes una recompensa y te vas a casa. Y así todos los días.
Pero cómo recorrer este camino de principio a fin, depende de ti. O aprenderás a pasarlo bien y rápido y lo pondrás en práctica con facilidad porque comprendes que es necesario, bueno y beneficioso para ti, o te llevarán hacia la felicidad a punta de palo.
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