Pregunta:
¿Todos tenemos solo la naturaleza de recibir para nosotros mismos o tenemos brotes de otorgamiento después de todo?
Respuesta:
En cada uno de nosotros hay un deseo rudimentario de otorgar.
Pregunta:
¿Por qué el otorgamiento tiene un sabor amargo?
Respuesta:
Porque va en contra de nuestro deseo natural de recibir y disfrutar.
Pregunta:
¿Cómo puede uno ser digno de sentir el sabor de la amargura para impedir acciones de recepción para uno mismo?
Respuesta:
Esto se puede sentir mejor entre amigos. Por la forma en que los tratas, puedes determinar inmediatamente si estás en recepción o en otorgamiento.
Pregunta:
¿Es posible atraer la luz del Creador jugando al otorgamiento y posteriormente convertirse en un dador?
Respuesta:
Por supuesto, así es como funciona.
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