Pregunta
El maestro espiritual espera a su alumno y se prepara para él. ¿Es esta su vida?
Respuesta:
¡Sí, por supuesto! ¡Baal HaSulam escribe esto! El maestro se prepara para que venga el estudiante y le transmitirá el método.
Cuando estudié con Rabash, tuve absolutamente claro que tenía que prepararme para enseñar. Inmediatamente empecé a grabar lecciones en una grabadora, a dibujar diagramas y a escribir lo que Rabash me contaba cuando paseábamos por el parque. Empecé a sistematizar estos materiales y a ponerlos en orden.
Sabía con certeza que tendría que recibir el método de él y transmitirlo. Tenía la clara sensación de que yo existía para recibirlo de él.
No sabía cuántos años permanecería a su lado, porque era un hombre de 70 años cuando llegué a él, pero estaba seguro de que, después de todo mi calvario en busca de un maestro recibiría el método precisamente de él.
No veía a nadie más, aunque conocía a mucha gente y buscaba un maestro. Pero Rabash, en espíritu, en enfoque, en fuente, en carácter, en deseo y en disposición, estaba totalmente dirigido hacia la espiritualidad. Por lo tanto, sabía que estaba recibiendo este paquete de medios de él y que tendría que transmitirlo. Él también lo sabía. Así, todo su archivo, todo su legado, me fue transmitido.
Tras la muerte de Rabash, lo abrí inmediatamente a todo el mundo. Si lo tuviera otra persona, podría habérselo quedado y no repartirlo. O podría repartir una porción cada vez por motivos personales, para sentir que la tiene él, que es especial.
No, inmediatamente di a todos sus alumnos copias de los originales para que pudieran utilizarlos. Después de eso, me sentí tranquilo; las obras de Rabash no yacían dentro de mi escritorio. Cumplí con mi deber hacia mis amigos. Les di todo.