El mapa del destino

En el calendario judío existen correlaciones especiales entre las fechas. Esto es porque el sistema espiritual tiene un instrumento llamado Zeir Anpin (ZA), el cual es vestido por Maljut y la luz de Biná entra en este desde arriba.

Zeir Anpin tiene aberturas o huecos particulares, a través de los cuales brilla hacia Maljut. Cuando algún hueco corresponde con el receptor, Maljut, el alma, entonces la luz entra en ésta, y esto es llamado “Mazal”- el destino de una persona.

Existen correlaciones especiales entre días y noches y entre varios tiempos. Por ejemplo, algo que puede ser hecho en un día particular y en tiempo de  noche, puede también ser hecho en un día diferente en un tiempo diferente, y los resultados serán prácticamente los mismos.

Vemos hasta qué punto somos afectados por la luz de Biná. De acuerdo a Zeir Anpin y Maljut, cada vez, nos colocamos en un nuevo destino.

En el judaísmo, las tablas astronómicas fueron creadas hace mucho tiempo. Colón, Newton, y otros científicos famosos así como los viajeros las usaban. Abraham mismo era un gran astrónomo y astrólogo.

Durante los tiempos de Abraham, la astrología no era como hoy. Estaba basada en una clara conexión entre la colocación de las estrellas, la luna, la tierra, y el sol con respecto a cada persona, en relación a su alma, tomando en consideración cuándo él o ella había nacido o sido concebido, etc.

Si supiéramos todo eso, sabríamos qué le sucederá a cada persona y cómo actuará, su destino sería conocido. No había necesidad de la adivinación, este es el mapa de nuestro destino.
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De la lección de Cabalá en ruso 30/dic/18

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