Pregunta: En Sochi alcanzamos tal conexión y unificación que usted está llamando a todos los participantes de la actividad el «grupo de Sochi». ¿Es posible que en el próximo congreso en San Petersburgo todos lleguemos a ser un grupo homogéneo de San Petersburgo?
Respuesta: Incluso sin Sochi, lo que he visto a lo largo de este mes en Sudamérica y Norteamérica me asombra: Los amigos han hecho un avance y han ido hacia adelante. Nunca he participado en tales convenciones únicas como las de México y Nueva York.
De pronto, vi personas que podían desvincularse a sí mismas de sus vidas, su familia, y del mundo externo y progresar juntos en un común denominador. Por otra parte, esto fue en América, una nación donde las personas tienen miedo de acercarse unas a otras y se protegen a sí mismas con intensa dedicación. Entonces, de repente, algo así se reveló.
Ahí hubo más de cien estudiantes del Centro de Estudios que hasta la convención no habían participado en nada. Ellos se sentaron abrazándose los unos a los otros, cantando en un bar en la noche hasta las dos de la mañana. Las personas de pronto «se desconectaron» de su mentalidad norteamericana.
Y con todo el entusiasmo de los participantes, la convención empezó con un ascenso, y también terminó con este entusiasmo. Los norteamericanos nunca antes habían experimentado esto. ¡Ellos siempre viajaban a casa en silencio unas pocas horas antes del final de la convención, pero nunca hubo algo como esto allí!
Cuando estaba yéndome, todos estaban de pie, lloraban, y miraban el final de la convención. Para los norteamericanos esto era algo indescriptible. Yo estoy muy familiarizado con este continente. ¡Es más, no hubo rusos ni judíos, sino norteamericanos reales! Entonces tenemos un punto de inicio para hacer realmente que nuestro Kli se una.
Después de lo que hemos hecho en Rusia, si llevamos a cabo el mismo avance como los norteamericanos, entonces simplemente hay un estado infinito ante nosotros.
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De la Convención en Sochi del 8/25/14, Lección 3