Durante estos días difíciles en los que el pueblo de Israel se encuentra en una terrible crisis y con el corazón roto, solo podemos tener un deseo: olvidarnos de todas las diferencias entre nosotros y unirnos por encima de todas ellas, precisamente a pesar de ellas. Esto es lo que llevará todo a la corrección.
Todavía podemos oír acusaciones mutuas sobre quién tiene la culpa de lo que está ocurriendo y dónde empezó todo, pero la culpa es de todos. Todos deben sentir que esta catástrofe ha ocurrido y sigue ocurriendo por su culpa, todo el mundo está obligado a sentir así y no culpar a los demás, sino solo a sí mismo, porque cada uno es culpable de no actuar con todas sus fuerzas para revelar la conexión entre nosotros.
Por lo tanto, nosotros, el pueblo de Israel, debemos conectarnos como un solo hombre con un solo corazón.
Solo hay una manera de cambiar la situación para mejor, es a través de nuestra conexión; al final, toda la humanidad debe conectarse en un sistema, una persona llamada Adam.
Parece que no hay forma de hablar de conexión cuando hay tanta hostilidad y diferencias de partidos y opiniones, pero dentro de cada persona hay enemigos, diferentes partidos y opiniones, incluimos a todo el mundo dentro de nosotros, y cada persona contiene todo lo que existe en el mundo. Pero a pesar de todo, todos necesitamos conectarnos y sentirnos responsables de la paz mundial para todos.
Como resultado, necesitamos alcanzar un estado en el que nuestra conexión esté por encima de todas las restricciones y por encima de todas las perturbaciones.
