El Zóhar es para aquellos que se esfuerzan por la luz

El Libro del Zóhar fué escrito por personas que querían alcanzar el propósito de la creación y lucharon por la luz que retorna al propósito de la creación, hacia la fuente. 

Después de todo, sin la luz, es imposible corregir nuestros deseos y en ellos, revelar al Creador. 

Por lo tanto, El Libro del Zóhar, como toda la Torá, pueden ser tanto el elixir de la vida como la poción de muerte. 

En general, la persona tiene que verificar con qué intención comienza el estudio de El Libro del Zóhar y de la Torá. 

Si quiere alcanzar la luz que retorna a la fuente con la ayuda del estudio, La Torá se vuelve el elixir de la vida para él, como está dicho: “Creé la inclinación al mal y entregué la Torá para su corrección, porque la luz en ella retorna a la fuente”.  

Si la persona no se esfuerza por estar en otorgamiento, es decir, por retornar a la fuente, pero estudia El Zóhar impulsado por su deseo de disfrutar, de ser llenado y determina otros objetivos para sí mismo, lo cual se llama idolatría, entonces su estudio resulta en la poción de muerte y distancia a la persona del propósito de la creación. 

Por consiguiente, debemos ser cuidadosos y recordar que durante todos nuestros estudios y, especialmente en la lectura del Zóhar, preparamos nuestros deseos para que el Creador les de la fuerza de otorgamiento y entonces, sea revelado en estas fuerzas de otorgamiento.

 

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