Debo tratar de no sentir la distancia entre mis amigos y yo, y cuanto más elimine esta distancia, mayores serán mis posibilidades de sentir al Creador. Si mi conexión interna con el Creador y mis amigos es tan fuerte que para mí no hay diferencia entre nosotros, entonces tengo la oportunidad de revelar al Creador, de sentirlo con todos mis deseos, con todos mis órganos.
No puede ser que el Creador esté más lejos de mí que un amigo, por el contrario, cuando siento a mis amigos tan cerca como si tocaran mi piel, mis cualidades internas, entonces puedo revelar y sentir al Creador.
Es necesario eliminar la distancia entre mis amigos y yo en todo: en mi mente y en mi corazón, en todas mis esperanzas y deseos, sentirlos con todo mi corazón y mi alma. Y esto significa no solo abrazar, sino acercarse interiormente. Puede que ni siquiera se manifieste en acciones externas, pero debe ser un movimiento del corazón.
Por supuesto, al principio siento la distancia entre mi amigo y yo, la discrepancia entre nuestras cualidades. Pero cuanto más pienso en cómo acercarme a él, en conectarse como una sola persona con un solo corazón, más claramente puedo imaginar al Creador que está entre nosotros, como se dice: «Tú me hiciste».
Nos acercamos a nuestros amigos hasta tal punto que unimos todos nuestros deseos, pensamientos, sueños y aspiraciones, y entonces sentimos que el Creador está entre nosotros, es por el hecho de que tratamos de sentirnos todos como una sola persona con un solo corazón, un pensamiento común, un deseo, una aspiración, en un solo abrazo, por este esfuerzo construimos al Creador.
Fusionamos tanto nuestros corazones que no queda otro lugar para el Creador que llenar nuestros corazones, definimos un lugar para el Creador como el lugar de nuestro corazón común. Nuestra conexión en la que no hay otros lugares vacantes determina el lugar para el Creador.
Mira el video: ¿Podemos cambiar nuestros deseos? – Clases de Cabalá
