Recibí una pregunta: Usted escribió: «Cada mujer representa un deseo y cada hombre simboliza el llenado de ese deseo. Por consiguiente, es imposible que las mujeres sean amigas de alguien y sólo pueden amar lo que les pertenece». No entiendo por qué es imposible que las mujeres sean amigas de alguien. Tal vez mi definición de amistad es diferente. Yo entiendo que no tengo muchos amigos verdaderos sino sólo muchos conocidos, pero aún así, yo siento que tengo amigos. ¿Me lo puede explicar?
Mi respuesta: La naturaleza egoísta del hombre tiene que atravesar por una corrección con el fin de transformarla en «amor al prójimo». Sin embargo, la corrección de una mujer no ocurre participando en un grupo de amigos o amigas, sino ayudando al grupo de hombres a realizar su trabajo. ¿Cómo puede ayudarlos la mujer? Trabajando en diseminación.
Todos tienen amigos, pero en la Cabalá estamos hablando de algo especial: la unificación de las almas masculinas en un alma común, en donde cada alma masculina y todas las almas las unen las almas femeninas, como Galgalta ve Eynaim y AHP. Las almas masculinas tienen que corregirse uniéndose, y entonces pueden transmitir la corrección a las almas femeninas. Sin embargo, las almas femeninas reciben la corrección sólo en la medida que se conecten a las almas masculinas.
Está escrito que cuando el Creador se reveló, 600, 000 hombres se unieron en Garantía Mutua mientras que las mujeres los rodeaban, apoyándolos, ayudándolos. Otro ejemplo es la familia, en la que el marido trabaja y gana el sustento y la mujer recibe lo que él aporta, organiza la casa y da a luz a la siguiente generación aún cuando ésta reciba el apellido del hombre.
Material relacionado:
En el mundo espiritual a las mujeres no las llevan los hombres