Todo el tiempo se requiere intentar buscar dentro de uno mismo las propiedades sobre las que habla El Zohar. Si la persona no trata de hacerlo, no sentirá su lucha interior.
Pero en la medida que tratemos de sentir más claramente estas propiedades internas sobre las cuales habla El Zohar —el Creador, los pecadores, los hombres justos que se arrepienten y los que no se arrepienten–, nos sumergimos en imágenes materiales que nos van a confundir.
Por eso tendremos una posibilidad de invertir más esfuerzos.
Si no nos presionamos para discernir estas propiedades interiores, sino que simplemente nos quedamos tranquilos sin búsqueda interior, los obstáculos serán muy pequeños. Esto hará completamente diferente la cualidad del esfuerzo.
(Extracto de la lección sobre El Libro del Zohar, correspondiente al 7 de febrero 2010)
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