Comentario: Yulia escribe: «Me siento desconectada y débil, incapaz de proteger a mis seres queridos, de ayudarlos. Usted dice que la oración es el arma más poderosa. La tengo en mí y es precisamente por la paz, por la buena conexión entre la gente, por todo lo que tanto nos falta hoy. Pero tengo una extraña sensación: empiezo a temer que mientras más pida, peor será, más cerca estaremos del pozo de fuego donde todos podemos perecer. Y ya tengo miedo de pedir, ¿qué debo hacer?»
Mi respuesta: Es necesario que pidas. Es necesario que pidas que la gente entienda cómo alcanzar la bondad. Solo nos falta una cosa en este mundo: la manifestación de la bondad, algún ejemplo de bondad para que lo sintamos y envidiemos que haya acciones en el mundo que se llaman bondad. Pero no las vemos, no las vemos en absoluto. Sin embargo, hay mucha bondad en el mundo, por todas partes.
Pero ¿dónde, cómo, quién, a quién, qué? No lo veo, con mis ojos egoístas no puedo verlo. Eso es lo que necesitamos. Al menos, pide para ti ser bondadoso. Pídelo.
Esta es la cualidad más importante del Creador. De esta manera, nos acercamos a Su cualidad, a la cualidad del amor.
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