El mundo no se reconoció la importancia de la sabiduría de la Cabalá hasta que llegó a la necesidad de corrección. Pero esta necesidad aún no se ha revelado, y esto es lo que está sucediendo hoy. Hemos llegado a un callejón sin salida, estamos contra la pared, impotentes, sin saber qué hacer.
Hasta ahora siempre hemos conseguido superar los problemas mientras mejoramos nuestra vida, pero hoy en día es todo lo contrario. Estamos hundiéndonos en una crisis que no termina sino que aumenta.
Esto indica que la gente ya está empezando a descubrir la necesidad de un cambio real.
Aquí nos enfrentamos a la pregunta sobre el sentido de la vida, la cual no nos hicimos anteriormente. Todas las generaciones anteriores aspiraban a algo más: a entender más, a sentir más, a volar a la luna, a sumergirse en el océano, a construir. Con el tiempo todo lo que construimos es destruido, y las cosas están tan mal que a veces parece como si fuera mejor morir. «¿Para qué necesitamos esta vida?» Hoy en día esta es una pregunta general y será cada vez más aguda.
Aquí viene la necesidad de corrección, y puede cumplirse sólo por medio de la Luz que la creó.
El método que nos permite invocar la Luz que corrige el deseo, es llamado la sabiduría de la Cabalá. Éste conecta la Luz que creó el deseo y que puede corregirlo y rellenarlo, con el deseo mismo. Así que, debido a que no hay otra opción, la humanidad eventualmente tendrá que descubrir este método y utilizarlo de acuerdo a su destino.
Mientras tanto, en el período de transición, el mundo no lo conoce todavía. Nosotros no sabemos mucho, pero al menos estamos tratando de escuchar. Tenemos que entender la esencia de la sabiduría de la Cabalá tan rápido como nos sea posible y también presentarla a todos tanto como podamos. Entonces, el mundo llegará a su corrección.
Por definición, la sabiduría de la Cabalá es la revelación del Creador al ser creado, o un cambio del deseo, gracias al cual la persona recibirá la forma del Creador y lo descubrirá a Él. El punto es el aspecto desde el cual lo explicamos: desde el aspecto de las Luces o bien desde el aspecto de las vasijas. Hablamos acerca de la revelación de la Luz a la vasija o sobre una vasija a la cual se le revelará la Luz sólo en la medida en que sean iguales en su forma. En general, no es la Luz la que se revela en la vasija, sino que es la vasija la que recibe una forma similar a la de la Luz, llamada el «Creador». Así, el Creador se revela al ser creado, y ésta es la meta.
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