Pregunta: Cada día, la sociedad israelí recibe nuevos golpes y se divide más y más. El último ejemplo es el veredicto del tribunal militar para el soldado que disparó y mató a un terrorista.
Este golpe fue tan fuerte que sacudió las bases mismas del país y dividió aún más a la sociedad, ¿cómo evalúa el estado de la sociedad israelí después de este evento?
Respuesta: No puedo evaluar las acciones del tribunal militar, del ejército, los jueces, la derecha y la izquierda. Sólo veo el daño causado al pueblo de Israel y a la sociedad israelí. Desafortunadamente, nadie lo considera y esto es un problema enorme.
El pueblo de Israel debe entender que nuestra misión es unirnos. Toda nuestra fuerza está en la unidad y toda nuestra esperanza en la conexión. No podemos darnos el lujo de dañar nuestra conexión, aunque sea puramente física.
Si no hay unidad espiritual, entonces, al menos, debemos cuidar el marco físico en el que vivimos, que no nos lleve al odio, a la división y a la alienación en ninguna forma. Sin embargo, exactamente esa división está ocurriendo ahora entre medios de comunicación, jueces, policía, ejército, gente, derecha, izquierda y en todas partes.
Este es un gran problema para padres e hijos. Los padres ya no saben qué sucederá cuando sus hijos vayan al ejército. Fue un golpe para la nación, como nunca antes había sucedido. Golpeó el corazón de la nación: al ejército, que siempre ha sido sagrado. Sin embargo, hoy esta actitud está cambiando, especialmente después de este caso.
Es una verdadera pena que la división haya alcanzado tales proporciones. Y todo porque no hay organización responsable de la unidad del pueblo. Y, a partir de este importante punto –de la necesidad de que el pueblo de Israel se una- necesitamos verificar cualquier decisión, aprobarla o no.
Todo lo que separa a la gente debe ser detenido a cualquier costo. Se pudo haber tratado este asunto de manera que no sacudiera a la gente ni la dividiera. Recibimos un golpe muy duro. Con suerte, ayudará a reconocer el mal y a comprender la falta de unidad.
¿Qué clase de división necesitamos alcanzar para finalmente descubrir que es necesario unirnos? Nadie lo menciona; a nadie le importa. Algunos odian a otros, los otros odian a alguien más y todos piensan que es normal. Cada día, el odio se revela más y más.
Los medios de comunicación actúan sólo para aumentar el odio. Se les llama medios de ‘conexión’ pero, ¿qué tipo de conexión son? ¿quiénes y cómo se conectan? Es un estado terrible.
Pregunta: Internet está lleno de quejas con expresiones de desconfianza por los sistemas básicos del Estado y del sistema legal. Las madres se niegan a enviar a sus hijos al ejército. Hay una fuerte crítica a los medios. ¿Cómo se puede arreglar esta situación?
Respuesta: ¡No somos una nación ordinaria y si continuamos así, el país se derrumbará y dejará de existir! El pueblo de Israel no es gente común.
Ya se nos dio la oportunidad de vivir en esta tierra y sólo por la gracia superior existimos aquí y de alguna manera nos conectamos. Pero si esto continúa, pronto no sentiremos ninguna conexión. Así que, ¿para qué van los jóvenes al ejército? No sentirán ninguna obligación ante nadie.
Habrá total indiferencia a los sistemas gubernamentales; ya está sucediendo. Esto será nuestro fin. Simplemente, la situación parece terrible y el problema es que nadie le explica al pueblo ni al gobierno que la conexión es la base del pueblo de Israel.
Esto sucede en ninguna otra nación. Incluso si hubiera una guerra fratricida, seguirían siendo una nación. Esto no es así para el pueblo de Israel. Nos dispersaremos porque no somos una nación. No hay conexión biológica entre nosotros ni sentimiento interno instintivo de que venimos del mismo padre y madre.
Abraham reunió a los judíos de entre los babilonios y así permanecemos. No hay comunicación instintiva entre la gente, es natural y correcto. En su lugar, debe haber una conexión espiritual. Pero incluso esta pequeña conexión que hemos recibido con la oportunidad de vivir en la tierra de Israel, concedida desde arriba, se está rompiendo como resultado de nuestras acciones.
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De la 2ª parte de la lección diaria de Cabalá 5/ene/17, Escritos de Baal HaSulam
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