Pregunta: Una persona no es capaz de verse a sí misma, va en contra de su naturaleza, no ve sus defectos.
El autoconocimiento no siempre es agradable. Supongamos que siempre me he considerado una buena persona, educada, inteligente, de buen comportamiento con los demás. De repente, cuando comienzo a estudiar Cabalá, se me revela exactamente lo contrario, ¿cuál es esta fuerza que nos permite avanzar a pesar de que vemos más y más faltas en nosotros mismos?
Respuesta: Es presión desde adentro, en Cabalá es llamado punto en el corazón.
El hombre recibe el deseo de revelar el significado de la vida, que no puede detener; si no revela la esencia de la existencia, la vida no tiene valor para él, no tiene sentido. No puede existir sin sentido.
Es decir, alcanza el desarrollo cuando debe resolver este problema. No puedo dejarlo todo a un lado y seguir viviendo. No tengo otros placeres, placeres ni necesidades. Acepto vivir, pero sólo en contra de mi voluntad. Es mejor quedarse dormido por completo y no despertar.
Así de grande es mi deseo de alcanzar el sentido de la vida. Precisamente este deseo es humano, es el humano dentro de mí.
Todo lo demás—seguir la moda, observar al vecino para no ser peor que él, tener una profesión, dar a luz hijos—es todo necesario, pero no me llena.
No juzgo a los demás por su necesidad de disfrutar, por buscar placer en otra cosa, pero no puedo hacerlo. Si tengo una demanda tan urgente, es precisamente esta demanda la que se llama humano. No hay nada que hacer al respecto. Me da una fuerza tremenda.
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De Kabtv “Close-up: centauros” 15/ene/10
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