Recibí una pregunta: ¿Qué sentirán las personas cuando el Creador se revele entre ellas?
Mi respuesta: Imagine que es un bebé de un día de nacido. La primera sensación que experimenta es que alguien está cuidando de usted. Es una sensación similar; como si alguien mayor que usted lo trata con cariño, bondad, ternura y calidez. A Él usted no lo entiende, pero está totalmente en Su poder. Usted sabe que es Él y nadie más que lo está cuidando y dándole toda clase de cosas buenas.
Gradualmente, toda la humanidad, empezará a percibir la influencia cariñosa y tutelar de la fuerza Superior, la única en el mundo. Van a sentir que viven dentro de esta Fuerza única, este deseo y programa.
Tenemos sólo un punto crítico, del cual el Rey David escribió en los Salmos. No sabía por qué se nos ha concedido. Esta es la fisura entre lo que existe eternamente («yesh mi yesh») y la existencia de la ausencia («yesh mi eiyn»). Desde esa posición ventajosa la persona puede estar fuera de sí misma y observar las acciones del Creador así como las propias. La persona existirá en la sensación de la espiritualidad y alcanzará, dentro de su corazón y no de su razón, que está unido al sistema entero. Sentirá a sus semejantes no como extraños sino como sus amigos cercanos.
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