Todos estamos en la misma red. Por lo tanto, aquellos que pueden influir fuertemente en esta red son los motores de la dirección positiva en la humanidad. Después de todo, solo es posible influir mediante el poder del otorgamiento, la bondad y el amor. ¡No de ninguna otra manera!
La fuerza opuesta, que es el egoísmo, el odio y la violencia, se desconecta inmediatamente allí; se produce una restricción (Tzimtzum) y la red se bloquea.
En la medida en que las personas se acercan a la espiritualidad y se asemejan al sistema espiritual, actúan positivamente porque en el mundo superior existe un «filtro» que solo deja pasar la influencia positiva.
El mundo superior es muy simple; en él hay un Majsom o Parsa a través del cual solo pasa una influencia positiva, solo un esfuerzo de conexión.
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