Juega y entra al mundo superior

El Libro del Zóhar se trata de la revelación del Creador a los seres creados. ¿Quién es el Creador? Son las Sefirot superiores en la cuales se inviste la Luz superior simple, y a través de las Sefirot, nosotros, los que estamos en Maljut, somos impresionados por ellas de diferentes maneras. Esta impresión lleva a la expansión de Maljut y entonces hay un deseo, y éste es impresionado por ellas.

Nosotros, en este mundo, somos un resultado muy distante de estos procesos que tienen lugar en un nivel superior. Pero también somos impresionados por la Luz superior que está investida en el deseo. Yo solo siento este deseo en forma de naturaleza inanimada, vegetativa y animada, y personas. Veo esto a través de esta imagen. Sólo se trata de la Luz que opera en la vasija, en el deseo, pero se me permitió ver su apariencia como una representación teatral, como una imagen, un juego que aparece ante mí, aunque en realidad no era necesario que viéramos nada. ¿Por qué tengo que ver si no tengo el deseo correcto, no tengo un Masaj (pantalla), y no soy compatible de manera alguna con el mundo superior?

En nuestro mundo, nosotros vemos las cosas de una manera similar: Si yo me quito los lentes, no veo nada, si me pongo unos lentes diferentes, veo diez metros adelante, y si me pongo otro par, veo un centenar metros más adelante. Esto significa que todo lo percibimos de acuerdo a lo que es exterior a mí y a lo que está dentro de mí. Debe haber algún adaptador, puesto que la principal ley de la naturaleza en la que conectan dos partes es la ley de equivalencia de forma. Si hay dos cosas, entonces, según la medida en la que ellas tengan algo en común, pueden estar en contacto, en el otorgamiento mutuo, ser impresionadas una por la otra. Debe haber una equivalencia de forma, porque de lo contrario no podrán percibirse entre sí.

Yo existo solo dentro del deseo de recibir. Y existe la Luz superior. El deseo de recibir no está destinado a recibir algo de la Luz superior o a sentir su influencia, simplemente está separado de ella. Tenía que ser de esta manera. Nosotros ni siquiera sentimos la oscuridad. Sin embargo se crea un tipo de espectáculo teatral, alguna imagen falsa, una ilusión llamada «este mundo», la esfera más íntima de todas las esferas espirituales. En esta esfera el deseo de recibir se separa de la espiritualidad, se separa de la Luz, se separa de la oscuridad, se separa de todo, y siente que existe. Este es el estado en el que estamos ahora, puesto que es una réplica del mundo espiritual. Así que se nos dio un juego: Nosotros lo intentamos una y otra vez, y, como resultado, finalmente, alcanzamos la espiritualidad. ¿Por qué? Nuestros esfuerzos son inútiles, excepto por el hecho de que lo intentamos. Tengo que invertir fuerzas y entonces, en contraste con mis fuerzas, invoco sobre mí la Luz que Reforma desde la distancia.

Nuestro mundo no está realmente conectado con la espiritualidad de ninguna manera. Por lo tanto, todo nuestro avance ocurre cuando no estamos en contacto con él, y cuando no entiendo nada. ¿Qué debemos hacer? Haz lo que te dicen los cabalistas para evocar la Luz que Reforma. Si la atraes hacia ti, esta te ayudará. Si no lo haces, no te ayudará. Tú nunca podrás convocarla mentalmente. Sólo es posible si te sometes ante el grupo y haces que este se convierta en tu entorno. De toda esta área llamada «este mundo», a ti se te dio un grupo. Si trabajas con él correctamente, saldrás de esta esfera y entrarás en el mundo superior, de lo contrario esto no sucederá.

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De la 3° parte de la lección diaria de Cabalá del 10/09/12, El Zóhar

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