La “torta en capas” del alma

No podemos administrar nuestro mundo de hoy. Yo quiero corregir ciertas cosas en el sistema financiero, en el sistema económico, en el comercio o en las relaciones entre las naciones, la gente y a un esposo o esposa, y no puedo. Hay ciertas estructuras, obstáculos adicionales y condiciones, las cuales yo no tengo en cuenta, y por lo tanto yo no tengo éxito en nada. Me falta el conocimiento, yo no tengo una conexión clara con el nuevo mundo que repentinamente nos está siendo revelado, y no puedo estar en claro contacto con él.

¿De dónde proviene esto? Esto se deriva de los grados que descienden a nuestro mundo del mundo del Infinito. Estos grados ya están en nosotros, ellos existen dentro de nosotros. Ellos también aparecen bajo la influencia de las Reshimot (genes informativos). Es decir, las fuerzas del otorgamiento que nos son reveladas y que también están dentro de mí, en mi percepción del espacio exterior. Sin embargo estas fuerzas ya no son egoístas, sino las fuerzas del otorgamiento, y esta también es mi “torta en capas”, mi sentimiento interno del mundo, también soy yo. Todo esto está dentro de mí. Nada hay que esté fuera de mí.

“Yo” es en realidad el alma.

Si yo empiezo a dividirme de este modo, yo comienzo a ver que el mundo de hoy me ayuda. La fuerza egoísta del “mal” parece estar presente en nosotros como el pasado oscuro. Y la fuerza altruista también aparece. Estas capas se revelan en mí: Yo comienzo a sentirlas no sólo fuera de mí sino dentro de mí. Es así por qué yo estoy “confundido”, tan perplejo, y no puedo encontrar mi orientación en el mundo de hoy en día.

Cuando nosotros comenzamos a entender este sistema y a encontrar nuestra orientación en él, vemos cómo esto sucede con otras personas. Entendemos que una “torta de multicapas” se hace presente en nosotros de este modo: los genes informativos del pasado, del presente, y del futuro, los poderes egoístas del pasado, la sensación del presente, y las incomprensibles, indefinidas sensaciones del futuro, el atributo del otorgamiento, el atributo de la conexión.

Las capas que se hacen presentes en mí no están todavía conectadas dentro de un sistema, y por esto se las llama “nuestras crisis”, la separación entre esas partes. La crisis se llama “integral” porque esta no nos deja ver la conexión entre todas las partes, no la tenemos en nosotros. Este problema subsistirá hasta que aprendamos a controlarlo.

¿Dónde está el problema? Por un lado, yo señalé  una pregunta y una crisis, y por el otro yo llamé a la misma cosa “el alma”. En otras palabras, hoy estamos realmente en el camino, en el estado, en el grado de descubrimiento del alma dentro de nosotros. Cuando  unamos todas estas partes dentro de nosotros, veremos un panorama muy interesante en lugar de ellas: Nosotros veremos que están compuestas de tres líneas.

Por un lado, las fuerzas egoístas están en la parte de abajo de la torta. Las fuerzas altruistas, o el otorgamiento están en la parte superior de la torta. La fuerza media es la conexión entre ellas, cuando recojamos todo esto dentro de nosotros y podamos trabajar con ellas juntas. La parte media de la torta conectará el más (+) altruista y el menos (-) egoísta y podremos trabajar con ellas. Este es realmente todo nuestro trabajo, en la línea media.

De modo que hoy, con la crisis y la discordia interna, estamos a punto de descubrir nuestra alma. Por supuesto, el mundo está aún muy lejos de esto. Este no lo descubrirá de esta manera, sino con nuestra ayuda, de una manera mucho más sencilla, al unírsenos y así sucesivamente.  Estamos a punto de descubrir esto y deberíamos continuar avanzando hacia ello. Todo esto es parte de nuestra naturaleza.

 

La construcción de la pantalla y la formación del Partzuf tienen lugar después de la Primera Restricción. Nuestro futuro estado está ya en este Partzuf. El Partzuf se hace de la cabeza que decide como conectar correctamente las dos partes en nosotros: la parte en la que nosotros podemos otorgar y la otra parte en la que no podemos. Rosh (la cabeza) está por encima de eso, y por lo tanto ella nos dirige.

(56084 – De la serie Lección Virtual del Domingo del 25 de Septiembre del 2011)

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