En nuestro mundo «pretender» suena como algo sucio. Recriminamos a las personas por esto, «¿Por qué eres tan falso? ¿Por qué finges y mientes?»
Pero en nuestro caso, estamos fingiendo o jugando con las acciones más auténticas y naturales porque nos ayudan a elevarnos por encima del mundo material. Al «jugar a» los estados espirituales, me imagino ahí y me elevo hasta ellos.
No es sólo que quiera entretener a otros al transmitirles mi alegría. La alegría no es simplemente risa, sino llenado por la confianza y lo correcto del camino, la meta en la que creo. Y esta alegría me da fuerza.
Esta es el mismo llenado que tiene que reinar dentro de nosotros en virtud de la unidad, es decir en el estado verdadero, corregido, en el mundo de Infinito. Al jugar a esto, hago esfuerzos para llenar nuestro deseo común (la vasija espiritual o Kli) justo como en el estado del mundo de Infinito.
Este es un juego muy valioso y exaltado que es una reminiscencia del juego del Creador con Leviatán (la ballena mitológica). El Creador, el deseo de otorgar, juega con la creación que creó, el deseo de disfrutar, haciéndola girar en todas las diferentes direcciones y llenándola con la Luz de Jojmá.
Así es como quiero llenar todo el deseo común de disfrutar de nuestro grupo con la Luz de Jojmá. Esto significa que estoy jugando con cosas muy exaltadas, incluso si parece una acción muy simple que cualquier persona es capaz de hacer.
Tenemos que entender que desde la perspectiva de una persona, este juego es una acción muy seria. Y nuestro ego no nos permite rebajar nuestro orgullo para volvernos parte de este juego y comenzar a llevar a cabo esas acciones en relación con el grupo. Por supuesto, hay personas que encuentran esto fácil de hacer externamente, así como otros que encuentran más fácil expresarse internamente. Pero el trabajo interno es la obligación de cada persona y tiene que resultar en que el grupo se mantenga en un ánimo elevado.
Externamente las cosas pueden variar. Existen ocasiones en las que externamente tienes que fingir estar inspirado todo el tiempo porque si estás rodeado de «niños pequeños«, no puedes permitirte la libertad de mostrarles el verdadero estado. Sin embargo, si es un grupo de estudiantes avanzados, pueden hacer lo opuesto: en lugar de jugar externamente, pueden permanecer serios e incluso expresar su tristeza para crear una oposición entre la internalidad y la externalidad. Así es como los grandes cabalistas del pasado se comportaban. Sin embargo, aun somos pequeños y tenemos que jugar o pretender externamente, expresando alegría.
Naturalmente, toda nuestra diseminación debe consistir de programas que traigan alegría y dejen a las personas de buen humor. Debe haber menos canciones que sean tristes y dolorosas, ¡y más felicidad! Tenemos que sentir el corazón del amigo o de la gran audiencia y tener cuidado de no bajar su ánimo o causar que sientan un profundo dolor, sino al contrario, dejar que sientan alegría y unificación. Esta es toda la sabiduría.
(38787 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 22 de Marzo del 2011, preparación para la Convención WE!)
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