La Cabalá dice: Menos conocimiento pero más vida

Pregunta:

La gente que ha estado estudiando Cabalá durante mucho tiempo entienden que cuando pasan por estados difíciles, no tiene sentido gritar y ponerse nerviosos. Lo toman más interiormente. ¿Se debe a su experiencia o a algo más?

Respuesta:

Se debe a su experiencia. Con los años se adquiere experiencia, te llenas de conocimiento y sabes cómo reaccionar de forma natural.

Sucede en la etapa en que aún no ingresa completamente al mundo superior. Y cuando entra allí, vuelve a ser niño: “¡Ah! ¡Ah! corriendo constantemente de esquina en esquina como un niño buscando algo con los ojos bien abiertos, como un cabalista.

Los demás son fanfarrones, importantes y llenos de todo tipo de sabiduría, pero un verdadero cabalista no es así. No tiene con qué llenarse. Él revela todo en sí mismo. Está como desnudo. No tiene grandes conocimientos, él vive en él.

Puedo contarte mucho sobre nuestro mundo, pero si no conoces este mundo y solo tienes que memorizar y recordar el material para tí será una gran cantidad de conocimiento. Y para la gente que vive en este mundo, es la vida. Sabe que esto es así y aquello es así. No necesita memorizar cosas artificiales porque para él son la vida misma.

Lo mismo es cierto sobre el mundo superior. Cuando se le revela a un cabalista, todo se vuelve simple. No necesita ningún conocimiento especial.

Llego a una lección y me dicen: “Ahora leeremos este artículo o estudiaremos El Estudio de las Diez Sefirot, tal y tal mundo, tales y tales condiciones, tales y tales leyes”. Si yo fuera profesor de alguna materia, tendría que prepararme y refrescar la materia porque no vivo en esa época.

En la espiritualidad, existo precisamente en esto. No puede ser más fácil para mí hablar de ello. Dices una frase y puedo hablar de ella durante una hora porque vivo en ella. Con esta frase me pones en un cierto estado espiritual, veo lo que está pasando y hablo fácilmente de ello. No necesito saber nada de antemano. Por el contrario, reduce la agudeza de la percepción.

¿Qué se pide de nosotros?   Aprender a vivir en el mundo espiritual

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