La corrección del corazón de piedra

laitman_2009-03-18_8399_wNuestros deseos rotos suman un total de 320 (8x4x10). Están separados en 320:10=32, que es Maljut, así como los otros 320-32=288, que son los nueve Sefirot hasta Maljut. Dicho de otra forma, existen “288 órganos espirituales” con los que podemos trabajar y el “corazón de piedra” (Lev HaEven), las 32 partes de Maljut. La corrección del corazón de piedra se refiere a no trabajar con él. No necesitamos conquistas estos deseos o implementarlos para el otorgamiento. Tan sólo debemos discernirlos y rechazarlos.

 

Sin embargo, no hacemos este discernimiento por nuestra cuenta. Lo hace la Luz que llega a nosotros. Pinta los deseos que pertenecen a las primeras nueve Sefirot, 288 órganos espirituales, con los colores del arco iris y hace que los 32 deseos del corazón de piedra sean negros, mostrándonos así que no podemos tocarlos. No los usamos, puesto que no tenemos poder para ello. Tan pronto como tocas un deseo así, de inmediato caes bajo su poder, en las manos del ángel ruin Hatata quien “está de pié esperándote en la entrada” del mundo espiritual y te va a desviar.

 

Las primeras nueve Sefirot tampoco las corregimos nosotros, sino la Luz. Sin embargo podemos pedir esta corrección, mientras que no podemos siquiera pedir que el corazón de piedra se corrija para otorgar. Eso es porque contiene tan grandes placeres que cuando nos encontramos ante ellos, somos incapaces de pedir que se nos libere de ellos y dar placer a alguien más que nos parece un extraño. Por lo tanto, no podemos tocar estos deseos

 

Esto está instilado en nuestra naturaleza; estos deseos son nuestro material primordial. Cuando pasamos por la corrección, adoptamos las cualidades del Creador. Pero nuestro propio material no tiene la capacidad de corrección. Por ejemplo, imagínate que estoy en un lugar (un deseo) en donde puedo “sostener la mano del Creador”. El Creador dice, “Vamos con el Faraón”. Entonces, aunque soy pequeño y débil, me aferro a Su mano como el niño sostiene la mano de un adulto y no tengo miedo a nada. Me siento fuerte como un niño que sabe que el adulto le dará todo lo que él desee.

 

Sin embargo, los deseos del corazón de piedra son para “Yo y yo solo”. Les hacen falta los nueve Sefirot y la “mano” del Creador. Él no está presente en estos deseos y por mi mismo seré capaz de lograr nada. En el momento que me separo del adulto, soy incapaz de lo y si intento algo me haré daño. Ese es el significado de los deseos del corazón de piedra.

 

Por consiguiente, nuestro trabajo es inspeccionar a fondo todos nuestros deseos, cualidades, situaciones y acciones y esclarecer en donde existimos al lado de Él en adhesión. También necesitamos discernir los deseos en donde no podemos estar con Él para evitar tocarlos o utilizarlos. Al actuar así, los corregiremos.

 

(Extracto de la lección sobre El Libro del Zohar, correspondiente al 23 de diciembre 2009)

 

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