Pregunta: Si una mujer tiene una mente crítica fuerte y aguda, y ve que hay un cierto desequilibrio en el grupo de hombres, ¿puede decirles algo al respecto?
Respuesta: Nunca. Pero ella puede describirlo y evaluarlo. Por cierto, su evaluación puede ser muy seria, mucho más seria que la de los hombres.
Las mujeres ven estas cosas desde otro lado, lo ven correctamente. No hay nada que puedan hacer con ellas mismas, pero tienen una gran capacidad de ver todo lo que les sucede a los hombres. Y esta capacidad puede ser utilizada, no con el grupo de hombres, sino por los educadores.
Los hombres nunca deben saber o sentir esto. Sólo deben sentir una influencia positiva, un estado de expectativa de su acto heroico, el ascenso por encima de sí mismos.
Pregunta: Entonces, ¿con quién deben las mujeres compartir sus críticas, con sus amigas?
Respuesta: Las mujeres deben tener un deseo interno de que las cosas cambien entre los hombres. También pueden hacerlo discutiendo entre ellas, pero deben ser positivas, como entre «muchas niñeras que tienen un bebé».
(71465 – De la «Charla sobre educación integral» # 10 del 16 de diciembre del 2011)
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