La espiritualidad se alcanza mediante el esfuerzo

out.jpg_thumbAl leer El Libro del Zóhar, de inmediato debemos traducir todas las palabras y nombres en dos nociones (cualidades, fuerzas, categorías) que lo abarcan todo; estas dos nociones son la Luz y el deseo. Cada persona tiene que decirse a sí mismo: todas estas palabras son diferentes deseos y cualidades que existen dentro de mí. Tengo que reconocerlas en mi interior y utilizarlas como un ejemplo, porque a través de ellas, el Creador me muestra la estructura de mi alma, mi mundo, mi estructura interna, y todo lo que existe, que Él creo. Él me revela el estado eterno que hay en mí.

Así es como debemos intentar ver de lo que El Zóhar nos habla. Y no debemos desesperarnos porque todo lo alcanzamos a través de nuestros esfuerzos. Tan pronto como cada uno de nosotros realice la suma necesaria de esfuerzos, revelará su Mundo Superior.

No importa que tan confundidos estemos durante la lección, que tan “entumido” es nuestro estado, que tan incapaces nos sentimos en la mente y el corazón (en el entendimiento y la sensación), ninguno de estos esfuerzos dependen de nosotros. Debemos agradecer al Creador por darnos la oportunidad de estar frente a este libro.

Los cabalistas llaman a El Libro del Zóhar, sencillamente “El Libro”, enfatizando así que no existen otros libros aparte de este. Es porque el libro se refiere a una estructura, un sistema, un método que revela al Creador a la creación.

No depende de cuan preparada está la persona para la lectura del libro; depende de su alma. Sin embargo, se encuentra ahora en el mejor estado posible para él y está sentado frente al libro y empieza a escuchar la lección sobre El Zóhar. Eso significa que es capaz de revelarlo.

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